Poco después de ser encerrado nuevamente a una prisión, las autoridades carcelarias del penal "El Pre-Tensado" en Villa Clara, han cortado las llamadas telefónicas al preso político Andy García Lorenzo, quien en su último contacto pudo avisar a sus familiares que estaría un mes sin poderles hablar, dijo a Radio Televisión Martí, su cuñado Jhonathan López.
La razón del este castigo se debe a que el manifestante del 11J protestó y defendió a otro reo que estaba siendo esposado de una manera inadecuada, según escribió en Facebook Pedro López, también familiar de García Lorenzo.
"Una vez más el activismo de Andy es duramente castigado", denunció López.
García Lorenzo, quien fue condenado a cuatro años de prisión el pasado 10 de enero, junto a otros 15 manifestantes que salieron el 11 de julio de 2021 a las calles en Santa Clara, tras una modificación de sentencia, fue enviado a finales de julio pasado al campamento de trabajo correccional El Yabú, en esa provincia; pero en el mes de agosto, fue trasladado arbitrariamente a la prisión de máxima seguridad "El Pre".
Lee también El preso político Andy García, a pesar de su grave estado de salud, es trasladado a un régimen de mayor severidadAntes del último traslado, el joven comenzó a sentirse mal, presentando un cuadro de vómitos y diarreas constantes. Fue llevado al hospital y se le recetaron unos medicamentos para su condición y una dieta especial, la cual no puede seguir debido a que el régimen cubano no permite que su familia le lleve los alimentos requeridos.
López dijo que la única vía de comunicación de la familia con el preso político es a través del teléfono y esta no es la primera vez que el joven es incomunicado.
"Es cortada de manera injusta y arbitraria una vez más. Estaremos denunciado por todas las vías este castigo", aseguró.
La familia del preso político ha denunciado que ha sufrido persecución, vigilancia, detenciones con interrogatorios y amenazas por apoyar la causa de los presos políticos del levantamiento nacional del 11 de julio de 2021, cuando los cubanos de más de 60 localidades salieron a las calles a exigir el fin del régimen comunista.