Añoranza cubana de los separatistas rusos en Donetsk

Habana Banana

Los comensales, dice la prensa que ha visitado el lugar, llevan sus AK-47 a la mesa, y no esconden la pertenencia a batallones provenientes de Rusia.

En el este de Ucrania, en la ciudad de Donetsk, controlada por los separatistas rusos, está el restaurante Habana Banana. Se ubica en el mismo centro de la ciudad, en la intersección de la calle Artem y la avenida Gurov.

Allí se reúnen los miembros del gabinete de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), presentan sus planes de ofensivas militares contra las tropas ucranianas y planifican el desarrollo de Novoyarussiya, la región que pretenden anexar a Moscú.

A pesar del toque de queda impuesto por los separatistas rusos desde las 10 de la noche, los líderes militares de esa región invitan a los periodistas a charlar en las salas del restaurante, decorado todo con añoranzas cubanas. Es el único restaurante que trabaja las 24 horas del día en una ciudad rodeada por las tropas de Kiev.

"Fidel, Patria, Banana" es el lema del bar, que lleva pintado franjas blancas y azules de la bandera cubana en una amplia pared de la entrada en la que se toman fotografías.

Los creadores del lugar afirman que es estar ahí es como recorrer las calles de la Habana Vieja, como hacer un viaje a Cuba sin salir de la zona separatista.

La decoración recrea el ambiente de los campamentos guerrilleros de la Sierra Maestra con guano y madera, incluye fotos de Fidel Castro, Ernesto Guevara y también de un paisaje más contemporáneo con imágenes del Capitolio habanero, las guaguas, las palmeras, la playa y la rumba.

En el sitio digital del café se anuncia que allí “se respira el aire revolucionario de Cuba libre” y con hookah (narguile) y suchi, rodeados de la nostalgia socialista, los separatistas prorrusos van recorriendo las calles de Cuba y conocen de las hazañas de los Industriales.

Los comensales, dice la prensa que ha visitado el lugar, llevan sus AK-47 a la mesa y no esconden la pertenencia a batallones provenientes de Rusia.

El ahora viceministro de defensa de la RPD, Fiodor Berezin, utiliza el mismo restaurante para dar entrevistas a prestigiosos medios de prensa como The New York Times o Novaya Gazeta.

Berezin fue capitán del ejército soviético y en 1991 al desintegrarse la URSS se convirtió en escritor.

Este hombre no esconde sus deseos de establecer en la ciudad “batallones de voluntarios internacionalistas”, y hacer de Donetsk la España de 1936. También justifica los crímenes de Stalin y habla de los intereses del colectivo sobre el individuo.

Su trabajo “La Guerra del 2010- Frente Ucraniano”, describe el presunto ataque de la OTAN a Ucrania y como las zonas de Lugansk y Donetsk se convierten en líneas del frente de batalla.