Díaz-Canel clausura peligroso cónclave para la libertad del Hemisferio

El primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro (c-d); junto a los presidentes de Bolivia, Evo Morales(d); Venezuela, Nicolás Maduro (c-i) y el cubano, Miguel Díaz-Canel (i),en el Foro de Sao Paulo. 17 julio de 2018.

La actividad de penetración, subversión y envilecimiento del Foro de Sao Paulo ha sido de nefastas e incalculables consecuencias para la seguridad, la paz y la prosperidad en este Hemisferio, tanto para Latinoamérica como para EE.UU.

El designado mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, declaró durante la clausura este martes en La Habana del marxista Foro de Sao Paulo que en julio de 1990, “cuando muchos festejaban la caída o el fin del socialismo real y otros perdían la esperanza como resultado de la ofensiva imperialista, neoliberal y hegemónica surgía”, el conclave comunista de nuevo cuño estratégico para un nuevo tiempo histórico.

Fundación del Foro

En el evento de este año hubo 625 organismos de más de 51 países participantes y estuvo dedicado nada menos que a los difuntos dictadores Fidel Castro y Hugo Chávez. Según Díaz-Canel la organización internacional ya no sólo se enfrenta al imperialismo, sino también al calentamiento global y el afán de enriquecimiento.

El Foro fue instituido por el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, ahora en prisión por corrupción, en su calidad de representante del Partido de los Trabajadores, a iniciativa del dictador Fidel Castro, en tanto representante del Partido Comunista de Cuba, quien por ese entonces aún comandaba con férrea mano el régimen de la isla.

Lula y Fidel Castro, fundadores del Foro de Sao Paulo.

Los miembros latinoamericanos del Foro de Sao Paulo tienen voz y voto, sin embargo, a los encuentros del Foro asisten también partidos y movimientos sociales de izquierda de otras regiones del mundo (como Europa y Asia), los cuales sólo tienen voz pero no voto (aunque sí votan en las comisiones especiales).

Es bueno recordar que organizaciones terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, participaban en el Foro, aunque ahora, acorde con los nuevos tiempos, es algo que el organismo pretende negar.

El 27 de mayo de 1996, el entonces jefe de las FARC, alias Raúl Reyes, muerto a manos del Ejército de Colombia, participó en representación del Secretariado de las FARC en el sexto encuentro del Foro de Sao Paulo. En esa ocasión Reyes leyó un mensaje del comandante de las FARC, alias Manuel Marulanda, ya desaparecido también.

Cuba como la madre del comunismo hemisférico

Para el analista político Mario A. Martínez, el derrumbamiento del Muro de Berlín y la desintegración del Imperio Soviético en 1990, así como la adaptación de China al sistema de libre empresa, creó una mentalidad derrotista dentro de los sistemas comunistas operantes en esa época. La gran mayoría de las personas creían que estaban presenciando el final de la viabilidad del marxismo y los peligros que dicha filosofía política representaba para la libertad. El miedo que esto generó hizo que muchos de los partidos comunistas de la Europa Occidental cambiaran el nombre de sus instituciones y su doctrina política.

Sin embargo, Cuba era por ese tiempo el único país comunista en toda la región latinoamericana. La isla, por otro lado, sería el país que más sufriría el desmembramiento de la Unión Soviética al depender para su subsistencia de los subsidios que ésta le proveía.

Pocos políticos se percatan del peligro del Foro de Sao Paulo

Pero, pocos políticos y líderes democráticos se dieron cuenta del peligro inminente que representaría para ellos la creación del Foro de Sao Paulo. Fue precisamente, en esos momentos difíciles, que el régimen de los militares cubanos pudo fundar una efectiva alianza entre los partidos de izquierda y las narco guerrillas continentales, y pronto el mundo se asombraría del rápido crecimiento de este movimiento al recuperar el terreno perdido y propagar la filosofía marxista a niveles nunca soñados en Latinoamérica. La idea central sería el apoyo solidario e incondicional de los unos con los otros, no importando de dónde procedían ni hacía dónde se dirigían.

El Foro ha funcionado como una plataforma política, con una estructura orgánica bien orquestada y aceitada por Fidel Castro, quien creó un modo permanente de comunicación, y un sistema de coordinación y centralización de sus actividades. Lo que, lógicamente, ha heredado su hermano el general.

La actividad de penetración, subversión y envilecimiento del Foro ha sido de nefastas e incalculables consecuencias para la seguridad, la paz y la prosperidad en este Hemisferio. En 2010 se publicó en Colombia el libro El Foro de Sao Paulo: una amenaza continental, editorial Random House-Mondadori, del escritor y político venezolano Alejandro Peña Esclusa, el cual analiza concienzudamente la crisis que vivió Honduras luego de la destitución del ex presidente Manuel Zelaya en 2009.

El libro se enfoca en las causas que llevaron a la sucesión presidencial, la reacción precipitada de la OEA y de otros actores hemisféricos frente a la crisis, y el destape de Lula, al amparar a Zelaya en la Embajada de Brasil.

El autor presenta un punto de vista que sigue siendo esencial al presente, según el cual los organismos multilaterales latinoamericanos han sido "secuestrados" por el Foro de Sao Paulo, que agrupa además de las organizaciones y personajes mencionados, entre otros, a Hugo Chávez, ya desaparecido, Evo Morales, Daniel Ortega y al Partido Socialista de Chile, en el cual ha militado el Secretario General del OEA, José Miguel Insulza.

El reconocido escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza ha declarado que no es “posible entender lo que ocurre hoy en América Latina sin saber cómo surgió y qué se propone el Foro de Sao Paulo. Las revelaciones contenidas en este libro muestran la realidad y los peligros del llamado Socialismo del Siglo XXI, la manera cómo gracias a la estrategia diseñada en dicho Foro consiguió en Venezuela y otros países llegar al poder, demoler las instituciones democráticas y confiscar las libertades al amparo de una ideología fracasada en Europa y revivida en este continente. Una amenaza nunca antes vista en la región es desnudada en su origen y toda su magnitud por Alejandro Peña Esclusa".

Foro de Sao Paulo y la vertebración del movimiento subversivo continental

Sería así cuando menos ingenuo pretender enfrentar las dictaduras comunistas en Cuba, Venezuela y Nicaragua, y su extensión probable y pronta a países como México y Colombia (a pesar de la reñida victoria del conservador Iván Duque en las más recientes elecciones frente al izquierdista Gustavo Petro), sin tener presente al Foro de Sao Paulo como la vertebración del movimiento subversivo y degradante para la toma y el mantenimiento del poder en la zona con el objetivo último de revivir del lado de acá del Atlántico el desaparecido Bloque del Este.

En el momento de su fundación en 1990 el único miembro del Foro que ejercía el poder ejecutivo en un país soberano era el Partido Comunista de Cuba, pero veinte años después la mayoría de sus miembros accederían mediante las urnas a ejercer el gobierno en distintos países o formarían parte de coaliciones oficialistas, mientras otros llegarían a ser primera fuerza de oposición.

La elección del militar izquierdista Hugo Chávez en 1998 en Venezuela representó la llegada al poder del primer Gobierno de izquierda en muchas décadas en Latino América ​y el primer Gobierno de un partido miembro del Foro de Sao Paulo.

Le siguió el triunfo de Lula en 2002 en Brasil, luego Tabaré Vázquez del Frente Amplio en Uruguay en 2004, Evo Morales por el Movimiento al Socialismo en Bolivia en 2005, Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile en 2006, Rafael Correa por Alianza PAIS en Ecuador en 2006, Daniel Ortega por el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua en 2006, Fernando Lugo por la Alianza Patriótica para el Cambio en Paraguay en 2008, José Mujica por el Frente Amplio en Uruguay en 2009, Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en 2009, Dilma Rousseff por el Partido de los Trabajadores de Brasil en 2010, Ollanta Humala por el Partido Nacionalista de Perú en 2011, y Nicolás Maduro del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2013.

Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile nuevamente gana las elecciones en 2014 y Salvador Sánchez Cerén del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en 2014. También hubo miembros del Foro de Sao Paulo que han formado parte de las coaliciones gubernamentales que respaldaron la candidatura y eventual gobierno tanto de Néstor Kirchner como de su sucesora y esposa Cristina Fernández en Argentina.

Los triunfos últimos de la derecha y las dos estrategias fundamentales del comunismo

Cierto que la derecha ha tenido triunfos en los últimos tiempos en la región, no ya en Colombia con Duque sino antes en Argentina con Mauricio Macri, Martín Vizcarra en Perú, Michel Temer en Brasil, Sebastián Piñera en Chile, y Juan Orlando Hernández en Honduras, sin olvidar el alejamiento de la órbita comunista del Ecuador por parte de Lenín Boltaire Moreno Garcés, pero habría que tener en cuenta que estos triunfos son espontáneos, reactivos, circunstanciales, momentáneos y fenoménicos frente a una fuerza vertebrada con más de un siglo de antigüedad, de la cual el Foro de Sao Paulo es sólo su expresión última, para matar, subvertir, tomar el poder y mantenerlo por vía de la violencia y el adoctrinamiento, y lo más importante, para penetrar los organismos e instituciones del mundo libre de manera que muchas veces los sistemas democráticos se convierten sólo en medios eficaces para imponer la dictadura como vimos en la España republicana de los años 30, el Chile de Salvador Allende de los 70, la Venezuela de Chávez en los 90, la Nicaragua de Daniel Ortega, el Ecuador de Rafael Correa, y la Bolivia de Evo Morales,estos últimos en los 2 000.

Los presidentes de Chile, Sebastián Piñera y de Argentina, Mauricio Macri (der.).

Y es que el comunismo se ha manifestado al menos bajo dos estrategias fundamentales sustentadas en dos filosofías fundamentales, en el primer caso funcionó la estrategia de toma y mantenimiento del poder principalmente por la vía violenta de la lucha de clases sostenida en la filosofía marxista leninista, sobre todo durante el siglo XIX y el XX, mientras que en el segundo funcionó la estrategia de toma y mantenimiento del poder principalmente por vía de la lucha cultural sostenida en la filosofía del marxismo cultural durante el siglo XX y lo que va del XXI.

La instancia primera se corresponde con los regímenes comunistas puros y duros del gulag de acero y los fusilamientos puntuales al amanecer, como la URSS, Alemania del Este, Corea del Norte y Cuba, y la segunda con los regímenes socialistas difusos y dulces, pero feroces en su apego al poder, del gulag mediático y los fusilamientos virtuales a cualquier hora del día. La una en la versión literaria del universo de George Orwell con su novela 1984 y la otra en la versión literaria de Aldous Huxley con su novela Un mundo feliz.

De Marx a Gramsci

Así, de las elementales teorías disgregadoras del alemán Carlos Marx hemos pasado a las sutiles teorías disgregadoras del italiano Antonio Gramsci, inicialmente, y la Escuela de Frankfort después. Si el primero proclamaba al obrero descamisado como tropa de choque y agente de cambio en las barricadas, los segundos proclaman al intelectual, al periodista y al artista encopetado como tropa de choque en las universidades, la prensa y los circuitos del arte, junto a los más inusitados actores sociales en las más disímiles esferas de una vida encorsetada en lo políticamente correcto.

Filósofo italiano Antonio Gramsci, inspirador del marxismo cultural, junto a la bandera comunista.

El comunismo no ha muerto, ha mutado

De manera que el comunismo como tal no ha muerto, sino que ha mutado en nuevas e inusitadas maneras, todas las cuales se palpan configuradas en el foro de Sao Paulo, en que la guerra no se libra mediante fieros soldados armados hasta los dientes sino mediante una difuminada masa de estrellas del espectáculo con abultadas cuentas bancarias, fieros financistas, entes enfebrecidos que exigen se legisle a golpe de los deseos de su entrepierna y complejos freudianos, amantes de la legalización de los alucinógenos y la inmigración ilegal, destructores de monumentos históricos, apóstoles de la tolerancia y el multiculturalismo, buenistas a todo trance y a veces en trance, burócratas comedidos, teólogos de la liberación, socialdemócratas multimillonarios, musulmanes amantes de la paz, papas revolucionarios, pacifistas de buen ver, intelectuales sin obra, científicos del cambio climático, escritores del intercambio cultural, contrahechos morales, futbolistas furibundos, y un diligente ejército de hackers, youtubers, bloguers, twitteros y disímiles héroes del ciberespacio y el espectáculo.

Por lo que el conclave que el mandatario marioneta Miguel Díaz Canel acaba de clausurar en La Habana no es una pintoresca reunión de alunados nostálgicos de los pasados tiempos del comunismo sino el planeamiento puntual, a largo y mediano plazo, de los pasos a seguir para el socavamiento sutil del sostén de la libertad en los países del Hemisferio, no ya en Latinoamérica sino en los mismos EE.UU. ¿Estamos en la región listos y dispuestos para dar la adecuada respuesta a semejante reto?