Alias 'Martín Llanos', Héctor Germán Buitrago, su nombre verdadero, aparte de llevar varios lustros inmerso en una activa carrera criminal -que iba desde sus funciones de sicario, secuestro y extorsión hasta el narcotráfico- logró establecer una poderosa red de alianzas políticas y empresariales corruptas, tanto en los tres departamentos donde era fuerte –Meta, Casanare y Vichada- como en Bogotá.
Según la agencia AFP, el jefe paramilitar colombiano acostumbraba a grabar en secreto sus encuentros más comprometedores por lo que más de un político podría estar muy nervioso.
Autoridades venezolanas lo detuvieron en El Tigre, estado de Anzoátegui, junto con su hermano Nelson Orlando, alias 'Caballo', gracias a la información que proveyó la policía colombiana que seguía su rastro desde hace dos años por media Sudamérica.
"Con la captura de 'Martín Llanos' y su hermano se pone fin al paramilitarismo en fuga. Queda demostrado que no pueden huir eternamente", declaró el general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional, en una conferencia de prensa.
Comentó que desde hace cinco años le siguen la pista fuera de Colombia y que en su apresamiento fue determinante la detención hace unos meses, en Bolivia, de dos primos de los Buitrago, que también formaban parte de la organización.
Todo indica que, 'Martín Llanos' se movió por diferentes países pero residía en Venezuela desde hacía año y medio, con su hermano y sus mujeres, bajo diferentes identidades falsas.
En su momento, negoció entregar las armas durante el gobierno de Álvaro Uribe, pero 'Martín Llanos' se negó a desmovilizar su Ejército que llegó a contar con más de 1.000 integrantes.
Durante un tiempo, libró una cruenta guerra con otro grupo paramilitar, 'Bloque Centauros', comandado por Miguel Arroyave –ya asesinado- que costó cientos de muertos en ambos bandos.
'Martín Llanos' denunció que sus enemigos contaron con la colaboración de la Policía y el Ejército para aniquilarle y al parecer era cierto.
De acuerdo con la policía colombiana, salió de Colombia y trasladó su emporio narcotraficante a Bolivia. Hasta allí se desplazaron cientos de sus hombres y el nuevo cartel enviaba cocaína hacia África como primera escala.
El general Naranjo dijo que la mayoría de los capos del narcotráfico colombiano se ven obligados a moverse por varios países, porque no soportan la presión policial en su propia nación.