Decenas de países firman declaración sobre la represión sistemática de los derechos humanos en Corea del Norte

El dictador norcoreano Kim Jong-Un con su hija el 27 de noviembre de 2022. (KCNA/Reuters).

Estados Unidos y otras 30 naciones recordaron en este 74 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que Corea del Norte es un país gobernado por uno de los regímenes más represores del mundo, donde son aplastados los derechos inalienables de las personas.

“Las violaciones de los derechos humanos y los abusos del gobierno represivo de Corea del Norte están bien documentados”, dijo la embajadora de EEUU ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, quien divulgó este viernes la declaración firmada por 31 naciones. “Según muchos informes, el gobierno totalitario de Corea del Norte tiene a más de 100.000 personas en campos de prisioneros políticos, donde sufren abusos que incluyen tortura, trabajos forzados, ejecuciones sumarias, hambre y violencia de género”.

“Una comisión de investigación de la ONU determinó en 2014 que estas violaciones equivalen a crímenes de lesa humanidad. Los perpetradores deben rendir cuentas”, subraya el texto.

A quienes no están en campos de prisioneros políticos se les niegan “los derechos humanos fundamentales, incluida la libertad de expresión, información e incluso la libertad de pensamiento”.

En particular, dice la declaración, “a los niños y personas de grupos vulnerables, incluidas mujeres y niñas y personas con discapacidad, se les niegan sistemáticamente sus derechos y libertades”.

También explica que estos derechos humanos están aún más restringidos por la adopción de la "Ley sobre el rechazo de la ideología y la cultura reaccionarias" en diciembre de 2020. “Y estos abusos se han visto exacerbados por la implementación de medidas por parte del régimen supuestamente en respuesta a la pandemia de COVID-19; se reporta que han incluido amenazas de ejecución por difundir información errónea".

Los ciudadanos de otros Estados miembros también “han sido objeto de violaciones de derechos humanos y abusos por parte de Corea del Norte, como ejecuciones sumarias, asesinatos, vigilancia, intimidación, secuestros y repatriación forzosa, a veces con la ayuda de otros gobiernos”.

“En particular”, señala el documento, “nos gustaría expresar nuestra preocupación por la situación de los derechos humanos de los ciudadanos de la República de Corea del Sur detenidos en Corea del Norte, los secuestros y las desapariciones forzadas de ciudadanos japoneses y de la República de Corea, y otros nacionales que son retenidos contra su voluntad en Corea del Norte y prisioneros de guerra no repatriados. Instamos encarecidamente (a Pyonyang) a que resuelva todos los problemas pendientes con los detenidos, secuestrados y desaparecidos y los devuelva de inmediato a sus hogares”.

El texto destaca que las continuas violaciones de derechos humanos del régimen están “inextricablemente vinculadas con el programa ilegal y desestabilizador de armas del país”.

“El clima político represivo del país permite un sistema de gobierno coercitivo que desvía recursos al desarrollo de armas, incluso cuando los ciudadanos de Corea del Norte sufren graves dificultades económicas y desnutrición. El trabajo forzoso, tanto en el país como en el extranjero, también juega un papel clave en el mantenimiento del gobierno y la generación de ingresos que utiliza para financiar sus programas de armas”, advierte la declaración.

“El mundo moderno no tiene lugar para tal brutalidad. Elogiamos y apoyamos todos los esfuerzos para hacer que los perpetradores rindan cuentas”, afirma el texto divulgado por la embajadora Thomas-Greenfield.

“Estas violaciones de los derechos humanos amenazan la paz y la seguridad internacionales, y es hora de que el Consejo las aborde públicamente. Instamos a todos los miembros del Consejo de Seguridad a apoyar una sesión informativa abierta en 2023 en la que podamos discutir las violaciones y los abusos de los derechos humanos cometidos por Corea del Norte, las implicaciones para la paz y la seguridad, y explorar formas de incorporar los derechos humanos en la diplomacia de paz y seguridad en el Península de Corea”, concluye la declaración.

Los países firmantes:

Albania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, República de Corea, España, Suecia, Suiza, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.