El más viejo de las Grandes Ligas es un guajiro de Sagua

  • Agencias

El famoso pelotero cubano Conrado Marrero en su casa el lunes 25 de abril de 2011, al cumplir 100 años y convertirse en una leyenda viva de las Grandes Ligas de Estados Unidos. Bautizado con el sobrenombre de "El Premier", en sus 20 años de actuación se a

Marrero tenía 39 años en 1950 cuando el equipo de los Senadores de Washington lo contrató y para quien jugó hasta 1954, terminó con récord de 39-40, un promedio de carreras limpias de 3.96 y un total de 297 ponches.
El exjugador más viejo de las Grandes Ligas, Conrado Marrero, recuerda la adrenalina de cuando vistió el uniforme de los Senadores de Washington para enfrentarse con los bateadores de las mayores.

Aferrado al béisbol, a sus recuerdos y a la vida, celebró sus 101 años, en compañía de familiares y amigos, según publica la agencia de noticias EFE, en un humilde apartamento en el municipio Plaza de La Habana.

Esta gloria del béisbol cubano, nació el 25 de abril de 1911, se convirtió en el ex pelotero de las Ligas Mayores con más edad después del deceso de Tony Malinovsky, el 8 de febrero de 2011, a los 101 años.

En la isla se le conoce como el "Guajiro del Laberinto" porque así se llama la finca donde se crió, en el pueblo de Sagua.

"El Premier", una leyenda del béisbol de Grandes Ligas

Marrero habló con orgullo de los cinco años en el montículo de los Senadores de Washington, entre los años 1950 y 1954 y según el reporte de EFE, se animó cuando recordó a lanzadores como Allie Reynolds de los Yankees, Early Wynn de Cleveland.

"Cuando me ponía el uniforme de los Senadores, me sentía más grande, más potente, más fuerte" dijo a EFE.

Recuerda bien los tiempos en que jugaba en las Mayores, y con una pelota de béisbol que le entregó su nieto mostró algunos de sus agarres para los lanzamientos.

"Yo casi no lanzaba rectas sino sliders, curvas y screw ball que eran las más difíciles" explicó el anciano.

Según los expertos en la pelota, Marrero se caracterizó por un gran control y porque según señaló "no le temía a ningún bateador" ni siquiera el estelar de sus tiempos Teddy Williams.

"Un día me conectó par de cuadrangulares y al final del juego se me acercó y me dijo que hoy había sido su día" cuenta y recuerda que le contestó: "Teddy todos los días son tus días", y se sonrió.

Marrero tenía 39 años en 1950 cuando el equipo de los Senadores de Washington lo contrató y para quien jugó hasta 1954, terminó con récord de 39-40, un promedio de carreras limpias de 3.96 y un total de 297 ponches.

Para el año 1951 Marrero fue elegido para integrar el equipo de las estrellas, pero no llegó a intervenir en el juego.

El Guajiro del Laberinto colgó el guante en 1958, y al siguiente año se quedó en la isla y se dedicó a trabajar como instructor de pitcheo, sobre todo en las provincias orientales del país pasando así sus conocimientos a los más jóvenes.

El anciano contó el secreto de su longevidad: "nunca tuve odio con nadie. Yo siempre traté a todo el mundo por igual, y cuando lanzaba siempre trataba de ganar pero siempre sin odio".