La reciente apertura responde a un intento desesperado de menguar las dificultades monetarias de Cuba a costa de la salida de sus hijos.
Según insiste el gobierno cubano en su campaña de desinformación hacia dentro y fuera del país, la mayoría de los emigrados de las últimas décadas se deben a razones económicas y no políticas, un pretexto que todavía confunde a la opinión pública, incluso en los Estados Unidos. El debate ocupa a no pocos entendidos en el tema y la agenda aún permanece abierta sin que se llegue a un juicio consensuado al respecto.
Por una parte, los de la Isla estimulan el acercamiento de “quienes decidieron marcharse por razones monetarias” debido a que significan una entrada considerable de capitales, aproximadamente, unos mil millones anuales entre remesas y visitas directas.
Un titular reciente publicado por El Nuevo Herald destaca los intereses de La Habana por realizar una reunión con cubanos “respetuosos” con domicilio en la “otra orilla”, señal inequívoca de búsqueda de relajamiento de tensiones. La propuesta anunciada por la misión diplomática cubana con sede en Washington, aviva el debate, sobretodo en los diferentes círculos de emigrados.
A la hora de entrada a los Estados Unidos, los emigrantes cubanos se acogen al refugio político, condición que les permite al año y un día solicitar su residencia. Pero lo que llama la atención es que enseguida que legalizan su estatus migratorio, hacen sus maletas de viaje y regresan como turistas a la Isla, de donde “supuestamente escaparon”, alegan los opositores al acercamiento.
Escapando del actual gobierno de la Isla casi dos millones de cubanos han abandonado su país. La crítica situación de sus ciudadanos de a pie, que se sustentan con menos de veinte dólares como promedio al mes en medio de un encarecimiento de la vida, hacen reflexionar en torno a si es la política o la economía la que define el asunto, o si ambas pueden analizarse por separado.
Para Lenin, uno de los filósofos en los cuales se sustenta el socialismo cubano “la política es la expresión más concentrada de la economía”, aseveración que contradice el actual discurso de las autoridades cubanas para justificar las salidas masivas de sus poblaciones.
La reciente apertura, según analistas, responde a un intento desesperado de menguar las dificultades monetarias de Cuba a costa de la salida de sus hijos mientras no se puede descartar el resultado político de tal movida debido a que significa un aliciente en la reconciliación de quienes por la política vieron asfixiadas sus economías.
¿De qué lado de la balanza ubica usted a los cubanos? ¿Emigrados económicos o políticos?
Por una parte, los de la Isla estimulan el acercamiento de “quienes decidieron marcharse por razones monetarias” debido a que significan una entrada considerable de capitales, aproximadamente, unos mil millones anuales entre remesas y visitas directas.
Un titular reciente publicado por El Nuevo Herald destaca los intereses de La Habana por realizar una reunión con cubanos “respetuosos” con domicilio en la “otra orilla”, señal inequívoca de búsqueda de relajamiento de tensiones. La propuesta anunciada por la misión diplomática cubana con sede en Washington, aviva el debate, sobretodo en los diferentes círculos de emigrados.
A la hora de entrada a los Estados Unidos, los emigrantes cubanos se acogen al refugio político, condición que les permite al año y un día solicitar su residencia. Pero lo que llama la atención es que enseguida que legalizan su estatus migratorio, hacen sus maletas de viaje y regresan como turistas a la Isla, de donde “supuestamente escaparon”, alegan los opositores al acercamiento.
Escapando del actual gobierno de la Isla casi dos millones de cubanos han abandonado su país. La crítica situación de sus ciudadanos de a pie, que se sustentan con menos de veinte dólares como promedio al mes en medio de un encarecimiento de la vida, hacen reflexionar en torno a si es la política o la economía la que define el asunto, o si ambas pueden analizarse por separado.
Para Lenin, uno de los filósofos en los cuales se sustenta el socialismo cubano “la política es la expresión más concentrada de la economía”, aseveración que contradice el actual discurso de las autoridades cubanas para justificar las salidas masivas de sus poblaciones.
La reciente apertura, según analistas, responde a un intento desesperado de menguar las dificultades monetarias de Cuba a costa de la salida de sus hijos mientras no se puede descartar el resultado político de tal movida debido a que significa un aliciente en la reconciliación de quienes por la política vieron asfixiadas sus economías.
¿De qué lado de la balanza ubica usted a los cubanos? ¿Emigrados económicos o políticos?