El tunero Alexander Guerrero se prepara para su debut en Grandes Ligas

Antigonón.

Lleva sólo dos semanas en Estados Unidos, no habla inglés, su esposa y sus hijos quedaron en Cuba.
Lleva sólo dos semanas en Estados Unidos, no habla inglés, su esposa y sus hijos quedaron en Cuba, pero tiene la esperanza de reunirse con ellos en un futuro próximo. Sabe que adaptarse a su nueva vida es un proceso, pero lo valora de “hermoso”.

El cubano Alexander Guerrero, fue presentado el viernes por primera vez a la prensa como un jugador de Los Dodgers de Los Angeles, luego de firmar un contrato por cuatro años por valor de 28 millones en octubre de 2013.

Su temperamento tranquilo y su hablar pausado y respetuoso sorprendieron a la prensa que esperaba encontrar algo parecido al estruendoso Yasiel Puig.

Su manera de jugar béisbol también es diferente.

“Ni siquiera en Cuba, nadie juega con la agresividad con que lo hace Puig”, explicó Guerrero al diario Los Angeles Times.

El diario asegura que la buena fortuna de Los Dodgers dependerá de alguna manera de que Guerrero se adapte a su nueva vida tan rápido como lo hizo Puig.

Guerrero a sus 27 años es mucho más maduro que Puig, quien debutó en las Grandes Ligas a los 22 años, aunque tiene delante un desafío mayor: salirse de su posición de campo corto para jugar segunda base.

"He trabajado muy duro en las pasadas dos semanas en el campamento de entrenamiento y todavía me quedan otras dos para prepararme”, dijo Guerrero quien fuera torpedero de los Leñadores de Las Tunas.

"Los movimientos son completamente distintos. Pero si puedes jugar campocorto, puedes jugar cualquier posición”.

Desde hace cuatro años Guerrero ha querido jugar en las mayores pero dice que “es una decisión difícil dejar a tu familia, tu cultura y tu país”.

Cuando fue excluido del equipo Cuba que participó en el Clásico Mundial de Béisbol 2013, se convenció de buscar otro camino para su carrera. Estaba convencido de que se trataba de un castigo por el intento fallido de su hermano de escapar de la isla.

Guerrero renunció a formar el equipo Cuba y planeó su escape. Los intentó tres veces y a la tercera, escapó a Haití en un barco, con su hermano y unos amigos. Luego estuvo en República Dominicana, donde jugó para Los Gigantes del Cibao, aunque sólo estuvo en una docena de juegos en la liga invernal por problemas en los tendones.