Las cubanas también bailan la danza del vientre

"Havana Habibi"

Tiffany Madera es una apasionada de la danza y del poder de esta para cambiar mentes y alma.

La bailarina, coreógrafa, profesora y también productora del documental “Havana Habibi” (Habana, mi amado), un trabajo donde refleja su vida durante 13 años de viajes a Cuba y su enseñanza de la danza árabe a niñas y mujeres cubanas, estuvo este martes el programa Con Voz Propia de Radio Martí.

Tiffany Madera contó de su vida, de sus inicios en la danza árabe como un medio de paz y sanación personal, de su familia y sus viajes a Cuba para impulsar este proyecto danzario.

“Soy cubanamericana, nacida en Miami, soy un ajiaco de Pinar del Río hasta Bayamo, pero la danza árabe me agarró”, cuenta Tiffany.

Cuando tenía 8 años regresó a Cuba por primera vez, junto a sus padres en un viaje que la impactó mucho: “Comencé mis viajes en el 2003, en un intercambio cultural. Allá conocí unas muchachas que querían aprender la danza del vientre, en aquel tiempo yo era una bailarina profesional y así de una forma muy orgánica comenzamos esta relación con la danza”.

En Cuba cuenta con la ayuda de Gretel Sánchez, líder de las primeras 8 alumnas y a tráves de los años creó el grupo “Aisha Al Hanan”. Ensayaban unas veces en casas particulares y luego en “La Casa Arabe”, ubicada en La Habana Vieja, institución que les cedió un espacio y las apoyó.

“Muchas personas me han ayudado con los trajes, nunca había tenido problemas pero un día me retuvieron todo en el areopuerto y fue muy traumático; mi organización es sin fines de lucro y es para crear lazos, todo esto está en el documental”.

“Havana Habibi” nos dice que es una obra de amor para La Habana de una hija de la diáspora, que es ella, como una cultura matrilineal, que enseña a las mujeres, a pesar de la violencia de género que sufren muchas de ellas.

Empezó la filmación con un cineasta de una mirada muy colonial sobre Cuba que no le gustaba y después comenzó con Joshua Bee Alafia, que es especialista en temas de diáspora y con un punto de vista muy refrescante.

“Decidí llevar mi proyecto de danza del vientre a Cuba como un regalo a mi mamá, porque conozco su historia del exilio, muy dolorosa, quise como una hija dar un regalo por este espacio de dificultad, quería tarnsformar algo doloroso en algo precioso”, explica Tiffany Madera.

El Proyecto de Danza Arabe en Cuba, se ha ido ampliado con estas mujeres que ya tienen hijas, que cada día dan testimonio de cuánto las ha ayudado en la vida la presencia de Tiffany Madera y de Gretel Sánchez.

“Es mi misión, son parte de mi sangre, es algo que se puede medir, diez años de ver a estas jóvenes y su conversión en mujeres, buscando su libertad e ir más allá. Algo que me ayudٴó a seguir a pesar de la oposición de familiares y amigos, que hoy al ver el resultado me apoyan totalmente”, concluye Tiffany.