Misioneras comparten su visión de Cuba

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Dos estadounidenses, madre e hija, estuvieron recientemente en la isla y dicen estar impresionadas de cómo a pesar de la pobreza en que viven los cubanos no se dejan caer.
Sharon McKenzie ha estado en varios viajes en misión religiosa en Cuba pero el último que hizo fue especial porque llevó consigo a su hija de 14 años, Alex McKenzie, informa la publicación digital Gasparilla Gazette, de Boca Grande, en Florida.

Entrevistada por el periódico sobre sus experiencias en la isla, la joven dijo que ya su madre le había advertido de la situación en que viven los cubanos, pero que se sintió impresionada con “lo poco que tienen” y lo “ingeniosos” que son.

Con todo, la adolescente destacó que lo que más le sorprendió es “cuán apasionados y amistosos son los cubanos” a pesar del grado de pobreza que hay en la isla.

Su madre, Sharon McKenzie, de la Iglesia Metodista Unida de Boca Grande, dijo a la publicación que las razones del viaje fueron, una, porque se están estableciendo campos juveniles de la congregación en la isla, y dos, para llevar suministros y equipos médicos a iglesias hermanas y ver cómo los ayudamos.

Habiendo hecho ya varios viajes a Cuba, Gasparilla Gazette le preguntó a McKenzie, si había notado algo nuevo esta vez durante su estancia en la isla.

“Hay muchas construcciones. Las carreteras están en peor estado. Reciben menos raciones (de comida)”, pero a pesar de eso, señaló, los cubanos “no dejan que la opresión y la lucha por la vida diaria los desplome (…) tal vez esa sea una lección que todos debamos aprender”, dijo.

Interrogada sobre la existencia de dos Cubas, de la que muchos estadounidenses están conscientes—pero otros no--, la misionera apuntó que “el área turística está restaurada y hermosa, pero las zonas no turísticas están cayéndose horriblemente a pedazos”.

McKenzie también apuntó haber visto muchos carteles y barreras que no lo dejan que nadie entre a edificaciones, por lo que “parece que están tratando de restaurar cosas”.

Sin embargo, cuestionó que en realidad sean lugares en reparación porque en uno solo de esos sitios dijo haber visto trabajadores laborando. “Uno nunca sabe. Hay mucha propaganda allí”, dijo.