Gobierno cubano empeñado en brindar con petróleo

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La plataforma Scarabeo 9 no tuvo éxito, se fue de la isla, y dejó al gobierno con las manos vacías.

Luego de tres fracasos consecutivos perforando pozos en alta mar a un costo elevadísimo ahora lo intentará en aguas menos profundas donde las expectativas son menores.
A pesar de sus tres fracasos consecutivos en descubrir petróleo bajo el lecho marino, el gobierno cubano seguirá intentándolo sin utilizar tecnología estadounidense avanzada para las perforaciones, lo que eleva los retos y también los riesgos, según un reportaje del servicio de noticias de National Geographic.

La publicación alude al último de los fracasos, después de que la plataforma Scarabeo 9, la única en el mundo capaz de perforar en busca de crudo en aguas profundas cubanas sin violar el embargo económico de EE.UU., estuvo meses abriendo pozos sin ningún éxito y se marchó de la isla.

Fue una buena noticia para muchos en EE.UU., señala, principalmente para la comunidad de refugiados cubanos en Florida. por dos razones: una los temores de que un derrame de crudo pudiese afectar severamente la costa del estado, y la segunda porque el descubrimiento de petróleo podría prolongar más en el poder a los hermanos (Fidel y Raúl) Castro.

La plataforma fue alquilada a un costo altísimo de $500 mil dólares diarios y perforó en diferentes sitios, primero en mayo a cargo de la petrolera española Repsol, luego en el verano le tocó a la firma Petronas de Malasia, y por último a la venezolana PDVSA.

Los prospectos han quedado eventualmente por ahora fuera de alcance para Cuba que según destaca National Geographic sólo produce aproximadamente la mitad del crudo que necesita, y la otra mitad se la suministra a precio subsidiado el gobierno aliado de Venezuela.

Sin embargo, se espera que otro grupo de expertos extranjeros, esta vez de la empresa petrolera estatal rusa Zarubezhneft, empiece a perforar un pozo en aguas menos profundas de la costa de la isla, tal vez a sólo unos mil pies de profundidad a unos 300 kilómetros al este de La Habana, con expectativas menos prometedoras de un hallazgo considerable.

National Geographic cita a Douglas Rader, científico del Fondo de Defensa del Medio Ambiente, quien ante la posibilidad de que un pozo de la isla provoque un derrame de crudo ha puesto de relieve que “el embargo ha dejado a los cubanos con insuficientes recursos y experiencia en cuanto a alta tecnología”.

También menciona al experto petrolero Jorge Piñón, expresidente de Amoco Oil Latin America (ahora parte de BP), quien según la publicación señaló que en tiempos potenciales de transición en la isla, el hecho de que ésta tenga que seguir dependiendo del crudo venezolano podría alejarla más de tener mejores relaciones con EE.UU.