Alcohólicos anónimos en Cuba con "más technicolor"

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Dos hombres beben y bromean mientras venden cerveza y ron en los carnavales de Santiago de Cuba.

The Fix, un website dirigido a alcohólicos que buscan librarse de su adicción, publica el breve relato de un estadounidense que viajó clandestinamente a la isla con un amigo.
Alcohólicos Anónimos (AA) en Cuba es igual que en cualquier sitio pero sólo “con más technicolor, entusiasmo y amor de lo que he visto en otras partes", según el relato hecho a la publicación digital The Fix por un exadicto que viajó con un amigo clandestinamente a la isla.

En un artículo que firma bajo el seudónimo de James Giuliani, el estadounidense cuenta que después de haber viajado a otros lugares escogió a La Habana por la “notoriedad y exotismo” del país, a su juicio resumidos por la revolución comunista de 1959 y “una economía que había sido administrada por gangsters” aludiendo a la película El Padrino (II).

Según Giuliani, su amigo y él reservaron el viaje en abril mediante un agente de Cuba de Aviación en México y tras haber sobornado a un funcionario de control de pasaportes en México, una vez en La Habana en lugar de estamparle la entrada en su pasaporte estadounidense se lo hicieron en un papel.

“Luego de la primera noche obligatoria en un hotel ´oficial´ encontramos –relata-- que era mucho más agradable y barato albergarnos en el Convento de Santa Clara (…) costó ocho dólares la noche, desayuno incluido”.

El viajero dice que La Habana parecía el escenario de un filme, y apunta que aunque la agrupación Alcohólicos Anónimos fue oficialmente desalentada como organización por el gobierno cubano “en virtud de que la isla ya era un ´paraíso de trabajadores´ y que no era necesaria”, a pesar de eso turistas mexicanos la habían hecho renacer en Cuba hace ocho años.

Giuliani dice que tuvieron una reunión en el tercer piso de un edifico de oficinas, y que luego lo hicieron en un moderno hospital donde se les invitó a hablar y en medio de la disertación alguien se paró y le dijo: “Usted es recuperation, y usted es la revolution".

De acuerdo con el turista pasaron 10 días en La Habana, paseando, disfrutando las playas y yendo a reuniones. “Usualmente al final de viajes como éste estoy listo para volver a casa—dice--. Pero no esta vez. De regreso, me hice el propósito de visitar (Cuba) con frecuencia. La próxima ocasión con una maleta llena de literatura sobre AA”.