Debate sobre racismo en Cuba visto como un atentado a la unidad nacional

Dos jóvenes trabajadoras en un mercado de La Habana.

En Cuba persiste el racismo y su debate es mal visto por el Gobierno comunista que lo cataloga como un atentado a la unidad nacional, dijo a Martí Noticias Marthadela Tamayo, del Comité Ciudadanos por la Integración.

El grupo, -que presentó en marzo pasado su informe "Negación, Exclusión y Represión" a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos"-, investigó por más de dos años en sitios "de extrema marginalidad" en La Habana.

El estudio concluyó que "existe una marcada desigualdad de oportunidades" para los afrodescendientes debido a que "persisten patrones de discriminación racial estructural en la isla".

Marthadela Tamayo .

"Viven diciendo que (denunciar el racismo) afecta la unidad nacional. Que somos un grupúsculo de afrodescendientes negros que lo que estamos haciendo es soliviantar dentro de la isla algún movimiento en contra del régimen", dijo Tamayo al programa Cuba al Día, de Radio Martí.

La activista de 34 años con estudios de Pedagogía en el Instituto Superior Pedagógico José de la Luz y Caballero de Holguín, explicó que la Comisión Aponte, respaldada desde la oficialidad, "intenta negar el activismo" que realiza el Comité Ciudadanos por la Integración.

El discurso sobre la unidad nacional ha sido clave para el gobierno cubano, que desde su llegada al poder hace más de medio siglo abolió el pluripartidismo y eliminó la oportunidad de que aflorararan legalmente fuerzas políticas fuera del Partido Comunista.

Estadísticas incoloras

Cuba decretó la igualdad racial hace más de medio siglo, pero la realidad mostró que la teoría no alcanza para garantizar los mismos derechos para todos.

Intelectuales, activistas y hasta simpatizantes del gobierno han reconocido la persistencia de la discriminación, que se expresa incluso en la incapacidad de los negros para conseguir un empleo en sectores como el turismo.

Las remesas del exterior que son el salvavidas para muchos cubanos, son un privilegio sobre todo para los blancos.

De cerca de 3.000 millones de dólares que llegaron en el 2013 a la isla en remesas familiares, el 82 por ciento terminó en manos de blancos, el 12 por ciento a mestizos y los negros sólo recibieron un 5,8 por ciento del total.

Expertos sostienen que la falta de estadísticas con desgloses por grupo racial ha dificultado el diseño de políticas económicas, sociales y culturales que permitan impulsar la equidad.

"Nos basamos en cómo son negados y excluidos los afrodescendientes cubanos para adquirir ciertos empleos en Cuba (…) En este país es poca o casi nula la presencia de afrocubanos en puestos de camareras, gerentes de hoteles o en el sector de la cultura, como protagonistas de una película o una novela", aseguró Tamayo.

“El afrodescendiente está de portero, la mujer caucásica, linda, es la que está en el restaurante atendiéndote”, concluyó la activista.

(Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Tomás Cardoso)