Destitución de director de la prisión de Quivicán: "Secreto militar"

  • Jorge P. Martínez

Fotografía de archivo de una cárcel en Cuba.

Sin entrar en detalles, una empleada del Centro Penitenciario de Quivicán se escudó en las palabras "secreto militar" para no ofrecer información a Martinoticias.com sobre la destitución del oficial cubano.
La persona que contestó el teléfono de la oficina de Atención a la ciudadanía del Centro Penitenciario Quivicán, en la provincia Mayabeque, al sur de La Habana, señaló a Martinoticias.com que al teniente coronel (Kindelán) no lo trasladaron por estar involucrado en el tráfico de psicofármacos, que eso era un secreto militar.

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Centro Penitenciario Quivicán


Cuando le pedimos que nos permitiera hablar con un oficial de la prisión, para conocer los detalles del caso, nos contestó: "aquí está nada más el Servicio de Guardia; ahora (los oficiales) están en la puntualización".

También conversamos con Niurka Caridad Ortega Cruz, cuyo hijo Eugenio Sierra Ortega cumple una sentencia de 9 años en esa prisión por haber comprado un celular, que las autoridades dijeron había sido robado; lleva dos años y 8 meses recluido.

Ortega Cruz reiteró a Martinoticias.com lo que le había comentado al periodista independiente Calixto Ramón Martínez, quien dio a conocer el viernes 24 de enero en el programa "Cuba al Día" de Radio Martí, que había carceleros implicados en el tráfico de psicofármacos en esa cárcel.

"Tengo conocimiento a través de él (su hijo) de que ahí hicieron un cambio de guardias, desde el jefe de la prisión hasta todos los guardias que cuidan las celdas, porque estaban entrando drogas (…) ese es el comentario que existe en toda la prisión", señaló Ortega Cruz.

Manifestó que otros presos, entre ellos uno de nombre "Luis", del Municipio Parrá, corroboraron la denuncia de que los guardias del penal le vendían psicofármacos a los presos, y que había aumentado la violencia entre los detenidos a raíz de esto.
Indicó que su esposo, Flores Borroto, le dijo al nuevo director del penal, que los militares siempre acusaban a los opositores de ser contrarrevolucionarios, pero que los carceleros eran peores porque permitían que entraran drogas a la prisión de Quivicán, lo que provocó que el oficial se pusiera rojo de la rabia.

Ortega Cruz, quien es directora del opositor Centro de Información del Partido 30 de noviembre Frank País, señaló que el trato de los militares hacia los familiares de los presos "es inhumano, es degradante, (el familiar siente que) está preso también".

La opositora aprovechó la ocasión para denunciar que en el mismo momento que conversaba por teléfono con nosotros, la Seguridad del Estado tenía rodeada su casa en La Habana, para impedir la realización de una actividad que su organización había programado.

"Porque estábamos realizando una actividad y le están prohibiendo el acceso a las personas que venimos a reunirnos para dar conferencias, y nos tienen sitiados aquí. Nos reunimos para hacer proyectos, debates; hoy teníamos un taller de periodismo sobre la transparencia", dijo.

Ortega Cruz manifestó que el jueves de esta semana "ellos (agentes de la Seguridad del Estado) nos detuvieron en la vía pública, en el municipio de Playa, al presidente del Partido, Carlos Alexander Borrego Galardy y a mí, y nos dijeron que no nos iban a dejar realizar la actividad, que lo iban a impedir, y que si era preciso nos iban a llevar detenidos".

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Niurka Caridad Ortega Cruz


También hicimos contacto con el periodista independiente Calixto Ramón Martínez, quien dijo que "las golpizas que le dan a los presos, pudiera ser bajo el efecto de las drogas (…) hay guardias que también se drogan con estas mismas pastillas, porque son verdugos por naturaleza y se deleitan golpeando a los presos, pero yo estimo que hay otros que esas golpizas que dan tan tremendas, tan inhumanas, tiene que ser bajo los efectos de la droga".

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Calixto Ramón Martínez Arias