Identifican a radiólogo cubano fallecido en Argelia

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Foto publicada en el Facebook del radiólogo cubano fallecido en Argelia Fernando Aladro.

Fernando Aladro, de 49 años, natural de Santiago de Cuba. Él, una enfermera y un ginecólogo fallecieron a consecuencia de un escape de gas. La prensa oficial ha silenciado la noticia.

La periodista ciudadana cubana Dariela Aquique identificó a uno de los tres trabajadores de la salud de la isla hallados muertos recientemente en la población suroriental de Al Bayad, Argelia, como el radiólogo Fernando Aladro Hernández, de 49 años, natural de Santiago de Cuba.

Las autoridades argelinas no identificaron a los fallecidos por un escape de gas tras apagarse la llama de una estufa, pero precisaron el sábado que se trataba de un radiólogo de 50 años, un ginecólogo de 34 y una enfermera de 33.

Aquique, colaboradora de los portales de asuntos cubanos Havana Times y Diario de Cuba publicó en este último medio una crónica acerca de cómo se tuvo que enterar de la muerte de Aladro, un amigo personal, por sus familiares y por Facebook, ya que la prensa oficial cubana ha silenciado la noticia.

"Es alarmante la cifra de profesionales cubanos fallecidos en las misiones y las colaboraciones médicas y de otro tipo, que acontecen todos los años. Accidentes ocurridos en zonas de difícil acceso, muerte por enfermedades, atentados, secuestros y circunstancias no esclarecidas… Pero de esto la población cubana no se entera, solo comentarios aislados de los que son próximos a las víctimas", señala la autora.

También detalla las preferencias y aptitudes artísticas del profesional de la Medicina: "Le gustaba el jazz, la música brasileña y tenía todos los discos de Barbra Streissand. Era un lector empedernido, adoraba el final de Cien años de soledad y las novelas de Milan Kundera. Una vez hizo una reproducción excelente del 'Guernica', le gustaba la pintura de Dalí y de Joaquín Sorolla. Fue actor de teatro aficionado y cuando quiso abandonar la medicina y subir a las tablas, el Ministerio de Salud no le liberó y el de Cultura prohibía contratar a profesionales de sectores estratégicos como la medicina".

Según la nota, Aladro residía en La Habana, tenía 26 años de trabajo "y estaba contento porque esta era su tercera misión internacionalista y ya tenía un buen lugar en el escalafón para que le dieran una casa".