Vestido de camisa de cuadro azul y pantalón negro, el espía René González se presentó junto a su abogado, su esposa y dos hijas en la representación estadounidense.
René González, uno de los agentes de inteligencia del régimen cubano condenados en La Florida se presentó este lunes en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana para entregar su ciudadanía estadounidense.
La renuncia a la nacionalidad fue una propuesta de González para poder quedarse en Cuba y el viernes la jueza federal de distrito Joan Lenard aceptó la iniciativa después de que funcionarios en Washington abandonaron su oposición inicial.
Vestido de camisa de cuadro azul y pantalón negro, el espía se presentó junto a su abogado, su esposa y dos hijas en la representación estadounidense.
El hombre y su defensor se identificaron en una garita de la sede diplomático e ingresó.
González, de 56 años, pasó 13 años en prisión y purgaba otros tres de libertad restringida. Se encontraba en la isla desde el 22 de abril para asistir a una ceremonia póstuma de su padre quien falleció en abril.
El caso de los espías cubanos es un punto de tensión en las ya de por si ríspidas relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
La liberación de los agentes o su canje por el estadounidense preso en Cuba Alan Gross, quien fue sentenciado a 15 años por ingresar equipos de telecomunicaciones para ayudar a la pequeña comunidad judía en la isla bajo contrato del Departamento de Estado de Estados Unidos, podría ser el primer paso de la mejora en los nexos de ambos países.
González fue excarcelado en octubre de 2011 y el Departamento de Justicia había insistido anteriormente que cumpliera esos años en Estados Unidos pues posee nacionalidad de ese país.
Sin embargo esta semana, el Departamento de Justicia cambió de opinión, lo que llevó a la jueza Lenard a aceptar la oferta de González de renunciar a la ciudadanía estadounidense.
González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González forman parte del grupo de espionaje Red Avispa, cuyo arresto en 1998 y posterior sentencia en 2001 fue seguida con atención a ambos lados del Estrecho de la Florida.
La renuncia a la nacionalidad fue una propuesta de González para poder quedarse en Cuba y el viernes la jueza federal de distrito Joan Lenard aceptó la iniciativa después de que funcionarios en Washington abandonaron su oposición inicial.
Vestido de camisa de cuadro azul y pantalón negro, el espía se presentó junto a su abogado, su esposa y dos hijas en la representación estadounidense.
El hombre y su defensor se identificaron en una garita de la sede diplomático e ingresó.
González, de 56 años, pasó 13 años en prisión y purgaba otros tres de libertad restringida. Se encontraba en la isla desde el 22 de abril para asistir a una ceremonia póstuma de su padre quien falleció en abril.
El caso de los espías cubanos es un punto de tensión en las ya de por si ríspidas relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
La liberación de los agentes o su canje por el estadounidense preso en Cuba Alan Gross, quien fue sentenciado a 15 años por ingresar equipos de telecomunicaciones para ayudar a la pequeña comunidad judía en la isla bajo contrato del Departamento de Estado de Estados Unidos, podría ser el primer paso de la mejora en los nexos de ambos países.
González fue excarcelado en octubre de 2011 y el Departamento de Justicia había insistido anteriormente que cumpliera esos años en Estados Unidos pues posee nacionalidad de ese país.
Sin embargo esta semana, el Departamento de Justicia cambió de opinión, lo que llevó a la jueza Lenard a aceptar la oferta de González de renunciar a la ciudadanía estadounidense.
González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González forman parte del grupo de espionaje Red Avispa, cuyo arresto en 1998 y posterior sentencia en 2001 fue seguida con atención a ambos lados del Estrecho de la Florida.