El País: Portazo de Castro a Margallo pudo ser dirigido a EE.UU.

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Hasta aquí llegó Margallo: el vicepresidente Miguel Díaz-Canel fue el más alto jerarca cubano en recibir al Canciller español.

Audiencias en el Palacio de la Revolución siempre tienen un simbolismo, apunta ex corresponsal en La Habana.

El destinatario de la negativa de Raúl Castro a recibir al canciller español José Manuel García-Margallo pudiera no haber sido el Ministro español, sino Estados Unidos, sugiere en el diario madrileño El País el ex corresponsal de la agencia EFE en La Habana Juan Jesús Aznárez.

El ministro de Exteriores del Gobierno del PSOE, Miguel Ángel Moratinos sí fue recibido por Castro.

El autor recuerda que las audiencias de Fidel Castro en el Palacio de la Revolución de La Habana revistieron históricamente un simbolismo especial, y eso se ha mantenido con su hermano, como lo pudo comprobar el Ministro de Asuntos Exteriores de España durante su visita a Cuba la pasada semana.

"Al igual que otros muchos dignatarios extranjeros que en el pasado dieron por hecho su encuentro con su convaleciente hermano, y finalmente no lo lograron, el canciller español también recibió la cortés llamada telefónica oficial que comunica la imposibilidad de la reunión en palacio".

Apunta que las razones del plantón de Raúl Castro entran en el terreno de los acertijos, y que entre ellas se barajan la alusión a las libertades políticas durante el discurso del Canciller en la escuela diplomática de La Habana, y otras sobre el cumplimiento de los pactos de Derechos Humanos de la ONU y los de la OIT.

Pero Aznárez se extiende al preguntarse "si el destinatario del desplante no fue el ministro español sino Estados Unidos". Recuerda que El País había anticipado que en su viaje a Cuba, y previendo una entrevista con Raúl Castro, el titular de Exteriores era portador de un mensaje concreto de Washington, cuyo contenido el Gobierno español no precisó. "No parece disparatado suponer que la decisión del gobernante cubano de no recibir al ministro español no fue de última hora, sino un movimiento táctico pensado con tiempo".

"Al no recibir al ministro español, no recibía el mensaje de Barack Obama, y sin responderle, le respondía: 'No tenemos prisas en negociar tus propuestas. Ya sabes cuales son las nuestras'", razona el periodista.

El autor subraya que nada oficial se conoce sobre el mensaje norteamericano, cuyo contenido queda en el terreno de las adivinanzas: Alan Gross; la cumbre de las Américas en Panamá; el embargo; el ébola, Venezuela… Después de todo, concluye diciendo el articulista de El País, "sólo unos pocos tienen acceso a la sala de máquinas del Palacio de la Revolución".