Cuba, una entrada lenta al deporte profesional

  • Agencias

Seguidores del equipo de Cuba en el estadio Latinoamericano en La Habana (Cuba).

En los años 90 Cuba autorizó a algunos deportistas (en béisbol, voleibol, baloncesto y balonmano) a ir a clubes profesionales extranjeros, pero esa práctica duró poco.
El deporte profesional, abolido en Cuba por la revolución de Fidel Castro en 1961, está regresando tímidamente a la isla -que este mes decidió participar en torneos rentados de boxeo y béisbol-, como parte de las reformas impulsadas por su hermano, Raúl Castro.

La decisión de abrir las puertas al deporte profesional no ha sido explicada por las autoridades, pero aparentemente busca elevar el nivel del deporte cubano -en baja debido a las dificultades económicas y otros problemas- y frenar así la deserción de estrellas, reporta un cable de la agencia France Presse.

Cuba anunció el martes que regresará a la Serie del Caribe de béisbol, de la que fue fundador en 1949 y obtuvo siete títulos, tras haberse retirado de ella poco después de que Fidel Castro llegara al poder en 1959. Dos semanas antes, la isla firmó un acuerdo para participar en la IV Serie Mundial de Boxeo.

"Siempre he estado a favor (...) de abrirnos a esos torneos. Esa aprobación es interesante para nuestro béisbol y un estímulo grande para que el que gane" la liga local, dijo a la televisión el mánager del Team Cuba (selección de béisbol), Víctor Mesa.

La decisión de Cuba de ir en febrero de 2014 a la Serie del Caribe en la isla de Margarita, Venezuela, fue anunciada por el timonel de la Federación Cubana, Higinio Vélez, con Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, que organiza el torneo regional.

"La Federación Cubana de Béisbol tiene la satisfacción de anunciar (...) el regreso de Cuba a un evento que formó parte de su historia", dijo Vélez sobre la Serie, en la que participaban hasta ahora los campeones de las ligas de Puerto Rico, Venezuela, México y República Dominicana.

Además, Cuba se sumó el 1 de junio a la IV Serie Mundial de Boxeo (WSB), del 15 de noviembre a mayo de 2014, en la que competirán 12 equipos que incluyen púgiles profesionales y amateurs. El cuadro campeón recibirá medio millón de dólares en premios. "Cuba es uno de los mejores países del mundo en el boxeo y su participación en la WSB será espectacular", dijo el director general de la Serie, Karim Bouzidi, al firmar en La Habana el acuerdo de incorporación de la isla.

La decisión de participar en torneos rentados se inscribe en las reformas de Raúl Castro, quien tras suceder en el mando a su hermano enfermo Fidel en 2006, ha abierto mayor espacio a la iniciativa privada en la economía y ha acabado con prohibiciones vigentes por décadas, como las restricciones para viajar al exterior.

"El equipo (cubano de boxeo) está muy entusiasmado, ya que nos dieron la oportunidad de participar" en la Serie Mundial, dijo el púgil Robeisy Ramírez, un fogoso zurdo de 19 años que ganó medalla de oro en Londres-2012.

El retorno a la Serie del Caribe fue elogiado por Antonio Castro, vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol e hijo de Fidel Castro, quien declaró recientemente que lo considera "muy beneficioso". A la Serie de Boxeo, que otorgará 30 boletos para Rio de Janeiro-2016, irán México, Estados Unidos, Argentina, Italia, Alemania, Azerbaiyán, Ucrania, Rusia, Polonia, Argelia, Cuba y Kazajistán (actual campeón).

"La inserción de Cuba a la Serie Mundial está dirigida a la preparación de nuestros atletas con los rivales fundamentales del mundo", dijo el presidente de la Federación Cubana de Boxeo, Alberto Puig. El boxeo cubano, que posee 67 medallas olímpicas y 116 mundiales, reinó en el planeta de 1972 a 2008, cuando quedó por vez primera sin títulos olímpicos en Pekín. En Londres-2012 recuperó terreno al ganar dos coronas y escalar al tercer lugar por naciones.

Campeones olímpicos cubanos, como Guillermo Rigondeaux y Yuriolkis Gamboa, desertaron en los últimos años para pasar al boxeo profesional, algo que siempre rechazó hacer -pese a las suculentas ofertas recibidas- el más famoso campeón cubano, el fallecido Teófilo Stevenson.

Adicionalmente, La Habana autorizó esta semana que el beisbolista Michel Enríquez juegue en un club profesional mexicano, los Piratas de Campeche, algo que si bien no es inédito, ha sido inusual en las últimas cinco décadas.

En los años 90 Cuba autorizó a algunos deportistas (en béisbol, voleibol, baloncesto y balonmano) a ir a clubes profesionales extranjeros, pero esa práctica duró poco.
Cuba ganó 25 títulos mundiales y tres olímpicos de béisbol, y fue subcampeón del I Clásico Mundial en 2006, pero no gana un torneo importante desde el Mundial de Holanda-2005. El béisbol es el deporte más popular en la isla, que carece de tradición y pasión por el fútbol.

Al igual que el boxeo, la pelota cubana se ha visto golpeada por deserciones, como las de Aroldis Chapman, Alexei Ramírez y Yoennis Céspedes, que juegan con contratos millonarios en las Grandes Ligas.