Recuerdan a Celia, la guarachera de Cuba

la cantante cubana Celia Cruz/ Foto de archivo

Este lunes el mundo recuerda a una de las cantantes cubanas más importantes de la historia en el noveno aniversario de su muerte. Su voz inmortalizó exitos como Burundanga, El yerbero moderno, Tu voz, Ritmo tambó y flores, Pa' la paloma y La vida es un carnaval.
En su honor esta noche realizarán una misa en la Ermita de la Caridad del Cobre en la ciudad de Miami y en Nueva York abrieron las puertas del mausoleo donde descansan sus restos para que las personas la visiten.

Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad, mejor conocida por su nombre artístico Celia Cruz, nació en el barrio de Santos Suárez, La Habana, Cuba, el 21 de octubre de 1925.

Celia Cruz decidió tomar el camino de la música cuando dejó la carrera de Magisterio a punto de terminar para ingresar en el Conservatorio Nacional de Música.

En sus comienzos cantó en varias agrupaciones hasta que en 1950 conoció al empresario Alberto Sotolongo quien la buscó porque quería que cantara con la Orquesta Sonora Matancera. Su ingreso fue aprobado por el director de la agrupación, Rogelio Martínez.

Debutó con la Sonora Matancera el 3 de agosto de 1950 y para finales de ese año grabó su primer disco, donde se incluyen los éxitos Cao, cao maní picao (José Carbó Menéndez) y Mata siguaraya (Lino Frías).

Para 1965 Celia concluye quince años de trabajo con la Sonora Matancera. En ese lapso grabaría con las orquestas de René Hernández y Vicentico Valdés.

Cuando se queda como solista, su esposo Pedro Knight, músico de la Sonora Matancera, decidió dejar su puesto para convertirse en su mánager, arreglista y director personal.

En 1974 lanza su álbum "Tremendo Caché" con Johnny Pacheco con el que ganó un Disco de Oro. Celia pronto se unió a la legendaria Fania All Stars.

En 1977, graba su primer disco con el respaldo del trombonista y orquestador de salsa Willie Colón, fusión que se repetiría en 1981 y en 1987.

En 1989, ganó su primer Premio Grammy por el disco que grabó con Ray Barretto y también fue invitada para celebrar los 65 años de la Sonora Matancera en el Central Park de Nueva York.

Un año más tarde viaja a la base Naval de Guantánamo, Cuba, donde ofreció un concierto. Al salir de la presentación se llevó unos gramos de tierra de Cuba, la misma que pidió que fuera colocada en su ataúd cuando muriera.

Una nueva faceta en la carrera de la artista incluye su participación en la película los Reyes del Mambo y en el 1997 protagoniza la telenovela El alma no tiene color, de la empresa mexicana Televisa.

Otro hito destacable en su carrera ocurrió en 1999, cuando fue invitada por el tenor italiano Luciano Pavarotti para participar en Módena, Italia, en el concierto Pavarotti and Friends.

En el 2000 fue nominada nuevamente al Grammy y lo gana por su álbum Celia and Friends. Hecho que se repitió el siguiente año cuando vuelve a ganar el Grammy por su disco Siempre Viviré.

Durante una presentación en México, sufre un percance de salud. A raíz de esto, se descubre que padece de cáncer en el cerebro.

En el 2003 vuelve a ganar el Premio Grammy Latino y participó en el musical cantando por primera vez en vivo "La negra tiene tumbao".

La tarde del 16 de julio de 2003, falleció en su casa en Fort Lee, Nueva Jersey. Después de su muerte, su cuerpo embalsamado fue llevado a Miami y Nueva Jersey, ciudades donde se reunieron más de 150 mil personas.

El sepelio de Nueva York constituyó uno de los más grandes que recuerda esa ciudad, superando incluso al de Judy Garland en el año 1969.

En una carrera artística de más de 50 años, cosechó multitud de éxitos, premios y reconocimientos. Es poseedora de una estrella en el Paseo de La Fama en Hollywood, cinco premios Grammy y doctorados Honoris Causa de tres universidades de Estados Unidos.

En 1994 la Reina de la Salsa recibió el premio National Endowment for the Arts, de manos del entonces presidente Bill Clinton.