Cuba aviva campaña contra el embargo de Estados Unidos

  • Agencias

Conferencia en La Habana y DC sobre relaciones diplomáticas.

Partidarios del levantamiento del embargo en EEUU y analistas políticos en La Habana tienen videoconferencia enlazando la Cancillería cubana y su Oficina de Intereses en Washington.

El presidente Barack Obama podría eliminar algunas de las principales sanciones contra Cuba, una medida que impactaría a corto plazo en el comercio bilateral, opinaron dos analistas estadounidenses que favorecen la normalización de relaciones entre ambos países.

"El presidente de los Estados Unidos no solo puede rescindir muchos de los elementos del embargo con muy pocas excepciones, pero podría también normalizar las relaciones con Cuba en todas las esferas", aseguró el abogado Robert Muse, durante una videoconferencia celebrada en la sede de la Sección de Intereses de Cuba en Washington y la Cancillería cubana en La Habana.

El abogado no explicó cómo el Ejecutivo podría suprimir a su arbitrio las sanciones a Cuba impuestas en el último medio siglo y convertidas en Ley cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó en 1996 la llamada Ley Helms Burton.

Preguntado sobre por qué ningún gobierno de Estados Unidos ha levantado unilateralmente las sanciones a Cuba, Muse respondió que "realmente no lo sé", pero señaló que "cualquier presidente que quiera dejar un legado, si apoya la normalización de las relaciones con Cuba, quedará en la historia por eso".

Muse, se auto describe en su sitio web como, "un abogado de Washington con experiencia en las leyes estadounidense relacionadas con Cuba quien cuenta entre sus clientes a grandes corporaciones vinculadas al comercio internacional y a las inversiones directas".

Por su parte, el académico y presidente del Cuban Research Group, Phil Peters, insistió en que más que hacer lobby en el Congreso, "lo más importante es influir en la rama ejecutiva", para cambiar la actual política hacia Cuba.

Peter escribe un blog titulado The Cuban Triangle sobre temas cubanos y el pasado año fundó el Cuban Research Group, una organización no gubernamental con sede en Alexandria, Virginia que él preside. Con anterioridad estuvo como académico en el Lexinton Institute desde 1999.

Peters reconoció que no se sabe cuánto aumentaría el comercio entre ambos países pero opinó que Cuba podría arrancar exportando a Estados Unidos tabaco y ron, y también "mano de obra muy calificada" y "servicios".

"Sería un impacto a muy corto plazo", dijo Peters, al precisar que el turismo norteamericano en la isla crecería en medio millón rápidamente y habría perspectivas en el sector energético para las compañías estadounidenses. "Cuba sería un destino de inversiones muy importante", aseguró.

Peters dijo que la Florida sería el estado norteamericano más beneficiado con la eliminación del embargo, pues se eliminarían las restricciones de viajes a Cuba y eso aumentaría las inversiones a nivel familiar, pues hay cubanos que incluso regresarían a la isla para iniciar negocios.

Desde La Habana, en un panel simultáneo en la sede del Ministerio de
Relaciones Exteriores, los investigadores cubanos Andrés Zaldívar y
Jonathan Queiros señalaron que en las últimas dos décadas un sistema de leyes ha recrudecido los efectos del bloqueo, mediante multas y acciones extraterritoriales.

Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, dijo que los documentos revelados recientemente por la Biblioteca Presidencial Gerald R. Ford, sobre conversaciones celebradas en la década del 70 "demuestra de que podemos hablar". "Si los dos gobiernos, de manera racional, civilizada se proponen salir de este desencuentro que ha caracterizado la relación entre Cuba y Estados Unidos, en 55 años, es posible hacerlo", agregó.

La video conferencia se celebró en el marco de una campaña para apoyar una nueva edición de los debates anuales en las Naciones Unidas, el 28 de octubre, sobre las sanciones impuestas por Washington a la isla.

El debate anual y el texto impulsado por Cuba en Naciones Unidas condenando las sanciones obtuvo en 2013 el apoyo de 188 países, pero al no ser vinculante no es de cumplimiento obligatorio para la nación norteamericana.