Pascual del Valle es un artista de San Antonio de los Baños cuya virtud consiste en transformar algo que al parecer es inservible en una obra artesanal, destaca un reporte de Bárbara Fernández de la Red Cubana de Comunicadores.
El artesano hace la mayoría de sus trabajos sobre teja o en madera, y a semillas de diferentes plantas, zapatos viejos y vasijas rotas les da otro sentido y perspectivas.
"Pequeños fragmentos de cristales y porcelana de diferentes colores se pueden conjugar en la creatividad de sus manos hasta formar un dibujo que puede ser un paisaje, una naturaleza muerta o una representación de los personajes literarios de Don Quijote y Sancho Panza", destaca la reportera.
El lugar donde trabaja Pascual es una sala llena de creaciones bien organizadas en estantes y muebles. Hay búcaros y jarrones, cofrecitos de distintos tamaños forrados de coloridos pedacitos de antiguos objetos.
El artesano ariguanabense ha expuesto en distintos lugares del país y siempre ha tenido una gran acogida del público. A juicio de Fernández, lo que hace excepcional su trabajo es que cada objeto es único.
"Eso lo convierte en un incansable forjador, que constantemente busca renovar su inspiración", concluye.