Cuatro Caminos, un mercado popular extinto

El mercado de "Cuatro Caminos".

A partir de 2019 se llamará Centro Comercial Mercado de Cuatro Caminos con un complejo de tiendas y restaurantes.

LA HABANA, Cuba.- Para diciembre de 2019, el tradicional mercado de Cuatro Caminos dejará de ser la plaza popular que siempre fue desde su inauguración, en 1920, para transformarse en un lujoso centro comercial, a tono con ese plan de obras públicas con que el Gobierno cubano pretende demostrar la efectividad de sus planes de desarrollo.

El edificio, rico en significados históricos y culturales, tanto por su ubicación en una de las zonas más pobres de la capital como por ser epicentro de la vida mágico-religiosa de los ritos afrocubanos, pasará a ser administrado por el grupo CIMEX, actualmente integrado al sistema de empresas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Guillermo González, funcionario del grupo ECUSE, principal contratista de la obra en ejecución, aseguró a CubaNet que la rehabilitación del inmueble marcha según lo previsto en los planes, aunque algunos problemas de infraestructura han complejizado las labores.

“Estamos trabajando en las redes de alcantarillado y de abasto de agua al edificio, severamente deterioradas. También en el sistema de suministro eléctrico a la instalación. (…) Se tenía una idea de lo que encontraríamos pero es prácticamente hacerlo todo de cero. Nos hemos encontrado con un edificio que en cualquier otra ciudad del mundo hubiese tenido que ser demolido por el grado de deterioro. (…) Hay que sustituir todas las vigas de acero de los techos, recuperar parte de los cimientos que ya muestran señales del paso del tiempo. (…) No será una obra fácil, sobre todo por la cantidad de recursos que demandará, la mayoría adquiridos en el extranjero”, afirma González.

La magnitud de las obras ha intensificado las labores con el fin de ajustarse a los planes de entrega; de modo que los obreros, muchos de ellos pertenecientes a cooperativas privadas, realizan las faenas en turnos de hasta doce horas por salarios que suelen alcanzar los 3 mil pesos cubanos mensuales, el equivalente a unos 120 dólares, según declaraciones de Asela Pérez, también funcionaria del grupo contratista.

“Se trabaja en las labores de escombreo. (…) Como se trata de remover grandes volúmenes de materiales, de desmontar techos, eliminar estructuras que no permanecerán en el proyecto final, se han tenido que doblar los turnos, trabajar hasta altas horas de la noche, teniendo en cuenta que es un área densamente poblada, de mucho tránsito y que puede ocasionar molestias si se trabaja hasta la madrugada. Sin embargo, eso eleva los pagos por salario (…). La fecha de entrega es para finales del 2019 (…) Es una obra complejísima, donde incluso, en las fases finales, intervendrán empresas extranjeras, sobre todo de China, para garantizar que sea una obra de calidad. (…) Pudiera haber un pequeño atraso”, afirma Pérez.

Fuentes pertenecientes a CIMEX, que no desean revelar su identidad, han declarado a CubaNet que el que habrá de llamarse, a partir de 2019, Centro Comercial Mercado de Cuatro Caminos, será un complejo de tiendas dividido en dos áreas, una de ellas en los pisos superiores, donde habrá una galería comercial con más de una veintena de establecimientos para el expendio de ropa, zapatos, perfumería y bisutería, la mayoría de marcas reconocidas como Adidas, Puma o Giorgio; mientras que en los pisos inferiores, así como en los portales, se mantendrá la venta de las mercancías tradicionales que identifican al mercado.

Otras fuentes han señalado que, según se ha analizado en reuniones al interior del grupo CIMEX, los proyectos para la planta baja del edificio no contemplan el retorno de aquellos puestecitos populares, de venta de flores y objetos de la santería afrocubana, y mucho menos la reinstalación del mercado de productos agropecuarios.

“Lo más probable es que toda el área de la planta baja, el patio central, también los soportales, estén ocupados por restaurantes, bares y alguna que otra tienda, tal vez florerías de gran calidad, tiendas de artesanías, de especias, que recuerden en alguna medida lo que fue el mercado en sus tiempos, o hasta hace unos años. (…) Lo cierto es que será un Centro Comercial y ya no volverá a ser lo que fue antes”, aseguró a CubaNet un alto funcionario de CIMEX que desea mantenerse en el anonimato.

No obstante, aún no se ha tomado una decisión al respecto. Según declaraciones de Rolando Berrío, trabajador de CIMEX, “se ha hablado de mantener las ventas tradicionales pero no en el mismo edificio sino en los edificios cercanos, los que están en el entorno, para de cierto modo mantener lo que era la vida de la plaza (…). La idea es que el mercado se convierta en un centro de atracción para el turismo. De hecho, la idea partió de ahí. A los turistas les gusta ese tipo de contacto con la gente, con su cultura, pues ahí lo tendrán todo. Podrán observar la vida del cubano desde allí. (…) Es lo que se ha hablado pero aún no hay nada concreto. Hay mucha gente que se opone a que deje de ser un mercado popular. Pero al final se impondrá lo que queremos venderle al turismo”.

Personas entrevistadas en los alrededores del lugar, gente cuyas vidas están ligadas al mercado por diversos motivos, ofrecen opiniones encontradas sobre lo que será el edificio en los años venidos.

Para algunos será el fin de un modo de vida genuinamente popular; para otros, la esterilización de lo más auténtico de la cultura de las clases más pobres sin significar una mejora en las condiciones de vida de ese entorno urbano identificado como de los más humildes. También están quienes esperan que la restauración del mercado se traduzca en mejoría económica para el país y que no sea simple maquillaje; pero estos últimos son quizás esa minoría que, acostumbrada a los ritos mágicos, aún se aferra a los milagros.

[Publicado originalmente en Cubanet]