La Corte Suprema dividida sobre la reforma sanitaria de Obama

Un partidario (Izq) y una opositora (Dcha) de la reforma sanitaria frente a la Corte Suprema, que estudia los alegatos contra la reforma de la sanidad, el 27 de marzo en Washington DC, Estados Unidos.

Los jueces conservadores de la Corte parecieron alinearse detrás de la opinión de que el Estado está forzando el comercio al solicitar que todos los individuos compren un seguro sanitario
La Corte Suprema de Estados Unidos se mostró dividida este martes en el segundo día de la audiencia para juzgar la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, dejando en suspenso su destino.

El juez Anthony Kennedy, considerado como un voto decisivo en el tribunal compuesto por nueve miembros, acribilló con preguntas al fiscal general adjunto, Donald Verrilli, con preguntas sobre la parte más polémica de la ley, el mandato individual, que impone la obligatoriedad para todos los estadounidenses de comprar una cobertura para un seguro de salud.

El gobierno argumenta que la ley de reforma sanitaria (Affordable Care Act) se encuentra dentro de los poderes del Congreso para regular el comercio interestatal, y niega los cargos legales presentados por 26 estados por violación a la libertad individual.

"Aquí el gobierno dice que el individuo tiene una obligación y debe actuar - eso es diferente", afirmó Keneddy, cuestionando a Verrilli.

La agencia AFP dijo que con la excepción del presidente del tribunal, John Roberts, que parecía más ambivalente, los jueces conservadores de la corte parecieron alinearse detrás de la opinión de que el Estado está forzando el comercio al solicitar que todos los individuos compren un seguro sanitario.

Una enmienda de la Constitución estadounidense prohíbe que las personas se vean forzadas a comprar productos, pero los jueces más liberales del tribunal insistieron en que la cobertura sanitaria era distinta, afirmando que no es como comprar un auto o brócoli.

El juez Steven Breyer sostuvo que comprar un seguro sanitario es distinto porque "todos sufrimos del costo de estar enfermo".

Aunque el juez conservador Antonin Scalia argumentó que "todos tenemos que comprar comida, por lo que podrías hacer que la gente comprara brócoli".

También cuestionó qué poderes quedaban en manos de los estados si el gobierno federal podía mandar la compra de un seguro de salud. "¿Qué queda si el gobierno puede hacer esto?", afirmó.

Este es el mayor caso que enfrenta la Corte desde que tuvo que debatir sobre los resultados de las elecciones de 2000, que enfrentaron a Al Gore y George W. Bush.