Condenan a cárcel y flagelación a siete periodistas y activistas en Irán

Presidente de Irán Hassan Rouhani durante una reunión del gabinete en Teherán

El Tribunal Revolucionario de Teherán condenó el 7 de septiembre a tres activistas de derechos laborales y cuatro periodistas a penas que oscilan entre 6 y 18 años de cárcel y, en el caso de uno de los sancionados, la sentencia incluye setenta y cuatro latigazos.

"Estas indignantes condenas sólo son las últimas impuestas por el cruel sistema de justicia iraní y ponen de manifiesto el desprecio absoluto de las autoridades por los derechos de periodistas y trabajadores”, dijo el director de Investigación e Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, Philip Luther.

Esmail Bakhshi, activista de derechos laborales, fue condenado a 13 años y medio de prisión y 74 latigazos, acusado de “propagación de mentiras”, “insultos al líder supremo” y “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”. A Sepideh Gholian y los periodistas Amirhossein Mohammadifard, Sanaz Alahyari, Asal Mohammadi y Amir Amirgholi, les fue impuesta la condena de 18 años de prisión por “pertenencia a un grupo con el fin de alterar la seguridad nacional”, “difusión de propaganda contra el sistema” y “propagación de mentiras”.

El también activista de derechos laborales, Mohammad Khanifar, fue condenado a 6 años de cárcel por “difusión de propaganda contra el sistema” y “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”.

“Estas personas –declaró Luther- están sufriendo persecución y castigo por su labor de defensa de los derechos humanos y por divulgar violaciones de derechos humanos. Es una vergonzosa injusticia que debe ser corregida".

El representante de Amnistía Internacional pidió a las autoridades iraníes la anulación de "estas injustas sentencias" y la liberación inmediata y sin condiciones de estas siete personas.

"La comunidad internacional -incluidos los Estados de la Unión Europea, que mantienen un diálogo constante con Irán- debe redoblar sus esfuerzos y exigir a las autoridades iraníes que dejen inmediatamente de actuar contra periodistas y personas que defienden los derechos humanos y pongan fin a su campaña, cada vez más despiadada, para aplastar lo poco que queda de la sociedad civil", concluyó Luther.