Comienza evacuación de cubanos varados en Haití; los residentes no son parte de la operación

Cubanos inician el traslado a Cabo Haitiano, desde donde partirán varios vuelos a la isla.

La aerolínea Sunrise Airways con la anuencia de la Embajada de Cuba en Haití comenzó este viernes la evacuación de más de 250 cubanos varados en Puerto Príncipe, dijeron varios de los isleños a Martí Noticias.

"Nos pidieron que no dijéramos nada. De hecho nos quitaron los celulares para que no grabáramos la reunión donde se informó de los planes de evacuación. Les molestó la cobertura que hizo la prensa de nuestra situación en Haití”, dijo una de las cubanas que pidió el anonimato por temor a represalias.

Desde las siete de la mañana comenzaron el traslado en autobuses hasta Cabo Haitiano, un punto al norte de la capital, más cercano a la costa oriental de Cuba. Allí estarán alojados en hoteles hasta que puedan ser evacuados.

De acuerdo al cronograma entregado a los cubanos y revisado por Martí Noticias, el primer vuelo de evacuación saldrá a las 6 de la tarde de hoy.

Serán cinco vuelos con destino a Camagüey, con capacidad de cincuenta pasajeros cada uno y un vuelo a Santiago de Cuba con capacidad para 30 pasajeros.

Los vuelos se llevarán a cabo el 19 de abril a las 6 de la tarde; el 20 de abril a las 2:25 pm y 5:40 pm; y el 21 de abril a las 2:25 pm y 5:40 pm, de acuerdo con las fechas proporcionadas a los cubanos.

A primera hora de este viernes iniciaron el traslado que tomará varias horas hasta llegar a Cabo Haitiano, al norte de Puerto Príncipe.

La Embajada de Cuba en Haití no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios enviada por nuestra redacción.

Horas después de publicar esta nota, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo que "la operación de retorno" se estaba realizando de forma "ordenada, segura y sin incidentes"

De acuerdo con múltiples testimonios, los cubanos residentes en Haití de forma temporal o permanente no fueron incluidos en la operación de evacuación.

Más de un mes en espera de la evacuación de Haití

Los cubanos viajan a Haití, el país más pobre de América, para comprar productos de primera necesidad que escasean en Cuba debido a la ineficiencia del modelo económico centralizado de corte soviético. También para adquirirlos en cantidades y luego revenderlos en la isla.

Haití pasa por una de sus peores crisis. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, grupos armados han tomado el control de grandes zonas del país.

Ariel Henry, el primer ministro en funciones, se vio obligado a renunciar después que grupos armados que controlan la mayor parte de la capital tomaran el aeropuerto internacional para impedir su regreso desde Kenia, donde se encontraba en una visita oficial.

En las redes sociales han circulado videos de una crueldad extrema donde miembros de las pandillas vejan los cadáveres de agentes del orden asesinados o secuestran a extranjeros y nacionales a cambio de dinero.

EEUU y sus aliados han intentado sin éxito estabilizar la situación. El gobierno haitiano ha prometido convocar a elecciones mientras que Jimmy Cherizier, alias Barbecue, un folklórico ex policía y ahora líder de una federación de bandas criminales, se erige como el poder de facto en buena parte de la capital.

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Los cubanos varados dieron al régimen la solución

De acuerdo con varios testimonios de los cubanos varados en Puerto Príncipe, fueron ellos quienes dieron al régimen la alternativa para evacuarlos.

“No entendemos cómo es posible que no se nos evacúe cuando hay vuelos desde Santiago de Cuba para residentes haitianos que están regresando a su país”, dijo a Martí Noticias María Despaigne, quien llevaba 50 días viviendo en Puerto Príncipe.

Martí Noticias reportó con anterioridad que desde el aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba estaban saliendo vuelos para llevar a haitianos desde Cuba a su país.

Uno de los mayores temores de los varados en Haití es la presencia de grupos del crimen organizado en el viaje hasta Cabo Haitiano, pero de acuerdo a los testimonios de los cubanos, hasta ahora han podido continuar su ruta, que puede tomar de seis a siete horas.

“Los delincuentes ni nos miraron. Parece que llegaron a algún acuerdo con ellos”, dijo una de las entrevistadas.