Dos generales colombianos dicen que el cese el fuego propuesto por los guerrilleros sólo beneficiaría a las FARC y le saldría muy caro al país.
El cese el fuego que ha vuelto a plantear la guerrilla de las FARC para hablar de paz en Colombia tendría un alto costo para el país y sólo fortalecería a ese grupo armado, según dos altos militares colombianos.
Entrevistados por el diario El Tiempo en Bogotá, los generales de las fuerzas armadas colombianas Alejandro Navas y Sergio Mantilla dijeron incluso dudar de que las más recientes cartas de las FARC que llaman al diálogo sean del jefe del grupo guerrillero, alias Timochenko.
“Quieren elaborar una agenda política para presionar al gobierno a un proceso de paz, que siempre ha sido de engaños, y quieren deslegitimar los logros de la política de seguridad. Se presumiría que unas cartas son escritas por Timochenko, pero se ve diferencia de estilos (en la redacción)”, indicaron.
Ambos afirmaron que la política de Seguridad Democrática que se viene aplicando en el país ha debilitado a las FARC, que ha tenido que volver a operar en grupos pequeños con acciones terroristas, porque sus fuerzas se han tenido que replegar a las zonas fronterizas.
Según los generales, el 80 por ciento de la actividad terrorista se registra en 10 áreas del país bien establecidas, y “el esfuerzo (del ejército) va en esa dirección: reacondicionar las fuerzas estatales para ejercer la presión adecuada a esos sitios, como el Cauca, el sur del Valle, el Catatumbo y Arauca”, dijeron.
También señalaron que el nuevo plan de las fuerzas armadas se denomina 'Espada de Honor', y que lo que sucede ahora con la guerrilla es que “buscan causar impacto en la población civil, y que la opinión (pública) nacional e internacional crea que ellos tienen un poder que realmente no tienen”.
Un cese el fuego sólo favorece a quien en estos momentos está sintiendo el peso de las operaciones, “no conduce a ninguna parte porque no hay ninguna prueba de que ellos quieran cambiar”, puntualizaron.
Para los generales Navas y Mantilla, la experiencia les dice darles tregua a los guerrilleros no favorece la paz, porque con eso “lo único que se ha conseguido es que aparezca una guerrilla refrescada, reequipada y descansada que no cambia los métodos”.
Entrevistados por el diario El Tiempo en Bogotá, los generales de las fuerzas armadas colombianas Alejandro Navas y Sergio Mantilla dijeron incluso dudar de que las más recientes cartas de las FARC que llaman al diálogo sean del jefe del grupo guerrillero, alias Timochenko.
“Quieren elaborar una agenda política para presionar al gobierno a un proceso de paz, que siempre ha sido de engaños, y quieren deslegitimar los logros de la política de seguridad. Se presumiría que unas cartas son escritas por Timochenko, pero se ve diferencia de estilos (en la redacción)”, indicaron.
Ambos afirmaron que la política de Seguridad Democrática que se viene aplicando en el país ha debilitado a las FARC, que ha tenido que volver a operar en grupos pequeños con acciones terroristas, porque sus fuerzas se han tenido que replegar a las zonas fronterizas.
Según los generales, el 80 por ciento de la actividad terrorista se registra en 10 áreas del país bien establecidas, y “el esfuerzo (del ejército) va en esa dirección: reacondicionar las fuerzas estatales para ejercer la presión adecuada a esos sitios, como el Cauca, el sur del Valle, el Catatumbo y Arauca”, dijeron.
También señalaron que el nuevo plan de las fuerzas armadas se denomina 'Espada de Honor', y que lo que sucede ahora con la guerrilla es que “buscan causar impacto en la población civil, y que la opinión (pública) nacional e internacional crea que ellos tienen un poder que realmente no tienen”.
Un cese el fuego sólo favorece a quien en estos momentos está sintiendo el peso de las operaciones, “no conduce a ninguna parte porque no hay ninguna prueba de que ellos quieran cambiar”, puntualizaron.
Para los generales Navas y Mantilla, la experiencia les dice darles tregua a los guerrilleros no favorece la paz, porque con eso “lo único que se ha conseguido es que aparezca una guerrilla refrescada, reequipada y descansada que no cambia los métodos”.