China reprime a un comediante uigur, por sus ideas

Mujeres uigures decoran una tumba en las afueras de Hotan, en la región de Xinjiang (Foto: AFP).

Las autoridades de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang (XUAR), en el noroeste de China, han condenado a un destacado comediante y vocalista uigur a una larga pena de prisión por interpretar canciones consideradas políticamente sensibles a pesar de que habían sido aprobadas previamente por los censores, informó Radio Asia Libre (RFA), emisora del gobierno estadounidense.

El Servicio Uigur de RFA recibió recientemente un aviso de una fuente con conocimiento de la situación de que Ablikim Kalkun, que había entretenido al público con canciones fuertes sobre la unidad y la solidaridad uigur durante las últimas dos décadas, recibió una sentencia de 18 años a fines de 2019.

La fuente, que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias, sugirió que Kalkun había sido condenado por varios delitos, entre ellos "separatismo, extremismo religioso y discriminación contra la educación nacional".

Además, dijo la fuente, Kalkun pudo haber sido blanco de ataques por su estrecha relación con varios líderes religiosos, además de haber viajado repetidamente a Turquía, uno de los varios países incluidos en la lista negra por las autoridades chinas por percibir una amenaza de extremismo religioso, donde envió a su dos niños para estudiar.

Otra posibilidad, dijeron, es que la posición de Kalkun como un artista ampliamente respetado que podría atraer a una gran multitud podría haberlo hecho entrar en conflicto con las autoridades, que podrían haberlo acusado de "perturbar el orden social". El artista había sido detenido brevemente por razones que aún no están claras en abril de 2018.

Según los comentarios de foros en línea de sitios web en idioma uigur, los millones de fanáticos de Kalkun lo consideran un ejemplo de los valores uigures, un partidario de la verdad, un crítico de los males sociales y un campeón de la cultura uigur, informó RFA.

Los uigures son una minoría en China, de religión musulmán. Amnistía Internacional ha denunciado que 1.8 millones de ellos han sido enviados a campos de reeducación, en medio de una campaña china de suprimir la cultura de los uigures.