Un artículo del diario español El País contrasta propósitos y realidades sobre la recién concluida cumbre en Chile de los países latinoamericanos con la Unión Europea.
La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) celebrada el fin de semana pasado en Santiago de Chile ha sido mucho más interesante por sus “actores y frecuentes sobrentendidos que por gran parte de lo dicho para consumo público”, según el diario español El País.
El periódico destaca que la opinión de expertos se ha mostrado “generalmente escéptica” sobre los resultados de una diplomacia “practicada en confusión de actores, ni siquiera bien avenidos entre sí”, una alusión a tono por ejemplo si se compara a la jefa de gobierno alemana Ángela Merkel con el gobernante cubano, Raúl Castro.
También apunta que en las últimas cumbres “dos” Latinoaméricas se han hecho notar. “(Hugo) Chávez, o su superyó, --precisa--consiguieron que en el comunicado final se aguara un tanto la garantía a la seguridad jurídica de los inversionistas, y la presidenta (Cristina) Fernández (de Argentina) alzaba el muro del proteccionismo, mientras Chile, México y Brasil defendían el libre comercio”.
El País pone de relieve los contratiempos económicos que vive Europa y especialmente España en contraste con la situación de Chile, y alude al realce dado por los medios de prensa en Santiago al 26 por ciento de desempleo español, que comparaban, con el "estupendo" 6 por ciento chileno.
Con todo, y a pesar de que el éxito chileno es indiscutible y de que la economía en la América Latina ha sufrido menos por la crisis que la europea, a fines de 2012 “había en el mundo latino-caribeño de unos 575 millones de habitantes, --dice--167 millones de pobres (28,8 por ciento); sólo un millón menos que en 2011”.
Pero aún así a España, estima el diario, le asisten “poderosas razones” para solicitar inversiones latinoamericanas de vuelta puesto que los intereses españoles y europeos en la región no dejan de ser considerables, y la inversión acumulada en América Latina ronda los $500 mil millones de euros.
“Pero que Europa tendrá que aclararse sobre su futuro --dice--lo siguen indicando las cifras. En 2000, China registraba un intercambio en doble sentido con América Latina de 12.000 millones de euros, que en 2011 eran ya 140.000 millones, con un crecimiento anual promediado del 28 por ciento”.
Liuego cita a Alicia Bárcenas, secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) cuando dijo que la CELAC y la UE deben construir “una relación simétrica, equilibrada y equitativa”, para que –puntualiza el periódico—“cuando menos en ese viaje desde y hacia la sociedad del bienestar sea América Latina la que alcance a Europa y no al contrario”.
El periódico destaca que la opinión de expertos se ha mostrado “generalmente escéptica” sobre los resultados de una diplomacia “practicada en confusión de actores, ni siquiera bien avenidos entre sí”, una alusión a tono por ejemplo si se compara a la jefa de gobierno alemana Ángela Merkel con el gobernante cubano, Raúl Castro.
También apunta que en las últimas cumbres “dos” Latinoaméricas se han hecho notar. “(Hugo) Chávez, o su superyó, --precisa--consiguieron que en el comunicado final se aguara un tanto la garantía a la seguridad jurídica de los inversionistas, y la presidenta (Cristina) Fernández (de Argentina) alzaba el muro del proteccionismo, mientras Chile, México y Brasil defendían el libre comercio”.
El País pone de relieve los contratiempos económicos que vive Europa y especialmente España en contraste con la situación de Chile, y alude al realce dado por los medios de prensa en Santiago al 26 por ciento de desempleo español, que comparaban, con el "estupendo" 6 por ciento chileno.
Con todo, y a pesar de que el éxito chileno es indiscutible y de que la economía en la América Latina ha sufrido menos por la crisis que la europea, a fines de 2012 “había en el mundo latino-caribeño de unos 575 millones de habitantes, --dice--167 millones de pobres (28,8 por ciento); sólo un millón menos que en 2011”.
Pero aún así a España, estima el diario, le asisten “poderosas razones” para solicitar inversiones latinoamericanas de vuelta puesto que los intereses españoles y europeos en la región no dejan de ser considerables, y la inversión acumulada en América Latina ronda los $500 mil millones de euros.
“Pero que Europa tendrá que aclararse sobre su futuro --dice--lo siguen indicando las cifras. En 2000, China registraba un intercambio en doble sentido con América Latina de 12.000 millones de euros, que en 2011 eran ya 140.000 millones, con un crecimiento anual promediado del 28 por ciento”.
Liuego cita a Alicia Bárcenas, secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) cuando dijo que la CELAC y la UE deben construir “una relación simétrica, equilibrada y equitativa”, para que –puntualiza el periódico—“cuando menos en ese viaje desde y hacia la sociedad del bienestar sea América Latina la que alcance a Europa y no al contrario”.