Castro y Putin discutirán acuerdos en energía, transporte, aeronáutica y espacial

  • Agencias

Raúl Castro (i), estrecha la mano del primer ministro ruso, Vladimir Putin. Foto Archivo

Rusia y Cuba podrían firmar en esta ocasión un acuerdo energético con participación del gigante petrolero ruso Rosneft.

El presidente ruso, Vladimir Putin, emprende el viernes una gira que debe llevarlo a Cuba, Brasil y Argentina, en busca de apoyo latinoamericano en su confrontación con los países occidentales.

"La gira tiene por objetivo reforzar y desplazar el punto de pivote (de la política rusa) de América del Norte a América Latina", afirma Vladimir Orlov, presidente del Centro PIR, un grupo de reflexión moscovita.

El viaje, de seis días, prevé un encuentro del mandatario ruso con Fidel Castro.

"Fidel es el último mohicano, con quien Putin puede discutir tanto del orden actual como del futuro orden mundial", comentó Orlov.

Durante su escala en La Habana discutirá con Raúl Castro acuerdos de cooperación en materias de energía, transportes, aeronáutica y espacial, indicó el Kremlin.

Rusia, que en los últimos años trató de reactivar los vínculos con la isla comunista, anunció el viernes pasado la condonación de una deuda de 35.000 millones de dólares contraída por el país caribeño con la hoy extinta Unión Soviética.

La propuesta en el parlamento ruso fue objeto de debates, cuando los legisladores del partido liberal-democrática cuestionaron la cancelación de la deuda a La Habana y pidieron que a los rusos le permitieron viajar gratis a la isla. También exigieron la condonación del 90 por ciento de la deuda para los propietarios de casas con hipotecas en bancos del estado o la de las regiones más atrasadas de la Siberia.

Según el director del Instituto de América Latina de la Academia Rusa de Ciencias, Rusia y Cuba podrían firmar en esta ocasión un acuerdo energético con participación del gigante petrolero ruso Rosneft.

El mandatario ruso viajará luego a Buenos Aires, donde el sábado sostendrá discusiones de índole comercial y energética con la presidenta argentina, Cristina Kirchner, y concluirá su gira en Brasil, donde permanecerá cuatro días.

Tratará allí de convencer a empresarios del interés de invertir en Rusia, que sufre una importante fuga de capitales desde el inicio de la crisis ucraniana. Y el 15 y el 16 de junio, participará en la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

El cónclave de mandatarios de esos cinco países, que representan más del 40% de la población mundial, se centrará en asuntos "de coordinación política y problemáticas de gestión mundial", indicó el Kremlin, precisando que entre los proyectos en estudio figura el de crear un banco de fomento.

Pero antes, el domingo 13, Putin asistirá a la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol, en la cual la presidenta Dilma Rousseff le transmitirá el testigo de la organización del próximo torneo, en 2018 en Rusia.

Moscú ya se comprometió a invertir miles de millones de dólares en la construcción de los estadios y las infraestructuras requeridas por ese acontecimiento, uno de los de mayor impacto mediático planetario.