Éxito internacional de Alfredo Rodríguez no lo aleja de sus raíces cubanas

Alfredo Rodríguez se presentó con su Trío en el FIU Music Festival, el 27 de octubre. Foto Roberto Koltun OCB Staff.

Se ha presentado en algunos de los escenarios más importantes del mundo y ha tocado con algunos de los músicos más reconocidos. Pero el viernes pasado, Alfredo Rodríguez, Jr., pasó la noche entre su gente…la comunidad cubana en Miami, que lo recibió con explosivos aplausos y numerosas ovaciones.

Alfredo Rodríguez Trío abrió el festival musical de la Universidad Internacional de la Florida, (FIU), en el Wertheim Performing Arts Center. Ante un nutrido grupo en un acogedor auditorio donde las entradas se agotaron, el cubano Rodríguez, el bajista brasileño, Munir Hossn, y Daniel Rodríguez, el percusionista de Bayamo, deleitaron a su audiencia con una mezcla de melodías con la que se identifican e incluyeron composiciones originales como “Yemayá” e improvisaciones que dejaron perplejos a los asistentes.

​Para Alfredo, un ambiente familiar con buena onda da lugar a la intimidad que permite fluir la expresión y la creatividad: “Venimos de diferentes lugares con diferente educación, pero al final cuando la gente tiene cosas en similitud, como por ejemplo la música – que es algo que nos une – las cosas se hacen más fáciles… la música habla por sí misma”.

La energética fluidez sobre las teclas que lo ha hecho famoso lleva años perfeccionándose. A los tres o cuatro añitos, Rodríguez aprendió a imitar la música que sus padres tocaban en casa. Se crió escuchando a Bola de Nieve, Beny Moré, Tito Gómez…músicos que su padre, el popular cantante y vocalista, Alfredito Rodríguez, admiraba.

Hoy, aquella música de su niñez sigue influyendo su carrera de pianista virtuoso, y a la vez lo ha ayudado a mantenerse fiel a sus raíces…su esencia.

Aunque ha vivido diez años en el extranjero, reconoce que su crianza habanera aun juega un papel trascendental en su carrera, en su forma de ser: “Es imposible salirme de eso”, expresó el músico nominado al premio Grammy.

“Haga lo que haga, y al mismo tiempo toco música clásica, jazz, rock, pop o lo que sea, la música cubana siempre será parte de mi. Yo me fui de Cuba con 22 años. Todos esos años que viví allí, me formé como músico, son súper importantes para mí. Tan importantes como los años que he vivido ahora en Estados Unidos. Me parece un balance bonito”.

Ese equilibrio lo ha ayudado a convertirse en una de las figuras más prominentes de las nuevas generaciones de jazzistas cubanos, con reconocimientos que se extienden alrededor del mundo.

Su carrera y notoriedad global comenzó cuando su suerte cambió en 2006. Ese año, Quincy Jones, el legendario músico y productor estadounidense, le ofreció trabajo y lo ayudó a salir de Cuba.

El pianista decidió cruzar la frontera con México en 2009, mientras realizaba una gira en ese país con su padre. Para Rodríguez, dicho riesgo valió la pena. A esta fecha, ha logrado capturar el llamado ‘sueño americano’. Aun así, mantiene sus pies firmes en la tierra.

“En la vida nos pasan cosas buenas y malas, y tenemos que tratar de seguir, en mi humilde opinión, tratar de seguir siendo positivo y tratar de encontrarle la manera a las cosas para ser feliz porque al final, ¿para qué estamos aquí”? reveló.

Parece que la felicidad lo sigue. Este joven músico añadió su más reciente disco, “The Little Dream”, este año a sus otras tres colecciones: “Tocororo”, “The Invasion Parade”, y “Sounds of Space”. En 2019 busca presentar otro albúm con el percusionista cubano, Pedrito Martínez.

Pero por ahora, Alfredo Rodríguez continuará con su gira con estos jóvenes y talentosos músicos. Luego, seguirá viajando a través del mundo con otros artistas, interpretando aquellos ritmos y melodías que le han permitido superar la estratosfera como músico.