Cacerolazo en Argentina y otras ciudades del orbe

  • martinoticias.com

Manifestantes avanzan por la Avenida 9 de Julio, este jueves 8 de noviembre de 2012, en el Obelisco de Buenos Aires, Argentina.

Tambien sonaron las cazuelas en Roma, New York, Miami Beach y ciudades de Australia, Chile y España, donde residen argentinos.
Miles de personas marcharon el jueves en la noche por las calles de la capital de Argentina, en diversas ciudades del país así como en varias urbes del extranjero, en una de las movilizaciones antigubernamentales de mayor escala en más de una década, reporta la agencia de prensa AP.

Los inconformes gritaban "no tenemos miedo" mientras se dirigían al Obelisco, uno de los monumentos emblemáticos de Buenos Aires, en rechazo a la inflación, la delincuencia y la corrupción y por temor a que la presidenta Cristina Fernández pretenda permanecer en el poder mediante el fin al límite constitucional de periodos para ejercer la presidencia.

En una marcha organizada en las redes sociales de internet, los manifestantes también convergieron en la Plaza de Mayo frente a la residencia presidencial de la Casa Rosada en medio de un calor sofocante por el verano austral.

Había poca animosidad y la protesta tenía el ambiente de un asunto familiar, con la participación de abuelos en sillas de ruedas y niños que eran llevados en cochecitos.

Los manifestantes hicieron resonar cacerolas, hicieron silbatinas y sostuvieron pancartas que decían "Basta de argentinos muertos por la inseguridad, basta de corrupción e impunidad, no a la reforma de la constitución".

Agentes de la policía dijeron que la multitud de manifestantes alcanzaba al menos 30.000 personas, mientras que la prensa local dijo que fueron cientos de miles. Los manifestantes comenzaron a irse a su casa poco antes de la medianoche, no obstante continuaba atestada la Plaza de Mayo.

Las movilizaciones tuvieron lugar en diversas plazas de ciudades importantes como Córdoba, Mendoza y La Plata, así como en las afueras de las embajadas y consulados argentinos en diversas partes del mundo, desde Chile a Australia.

En Roma, unos 50 inconformes, todos expatriados argentinos, efectuaron una protesta ruidosa afuera del consulado en la Via Veneto. "¡Cristina, que se vaya!", era uno de los lemas que gritaban los manifestantes.

Unos 200 manifestantes desafiaron la lluvia en Madrid y sonaron cacerolas en el exterior del consulado argentino.