El disidente no pudo asistir, ya que el gobierno cubano no le concedió el permiso de salida de la isla para viajar a Estrasburgo, Francia, donde se efectuó la ceremonia.
Una silla vacía representó a Fariñas. Buzek dijo que era un "día triste". "Lamentablemente estaré obligado a depositar este diploma en una silla vacía", afirmó.
En su alocución Buzek recordó que le había solicitado al gobernante Raúl Castro que la permitiera a Fariñas salir de Cuba para recibir en persona el Premio Sajarov.
Asimismo, el presidente del Parlamento Europeo reiteró que "Guillermo Fariñas ha sido galardonado por la lucha por la libertad de expresión en Cuba. Desde hace años lucha activamente contra la censura", dijo.
También destacó que el disidente "ha puesto en peligro su vida y su salud. Veintitrés veces ha hecho huelga de hambre. Ha sido condenado a 11 años de prisión. Recientemente, en huelga de hambre estuvo cerca de la muerte. Fue entonces cuando se empezó a poner en libertad a presos de conciencia en Cuba".
Buzek recibió una fuerte ovación cuando pidió la libertad inmediata de todos los presos políticos cubanos.
"El progreso en la libertad de movimiento y los derechos civiles y políticos van a poco a poco todavía", dijo Buzek, que destacó la importancia de la comunidad internacional y de la Unión Europea para incentivar cambios en la Isla.
Buzek hizo un paralelismo con su país de origen, Polonia, y señaló "la importancia para los países del este (la antigua Europa oriental) de que la Unión Europea hiciera acercamientos y reconocimientos, como es el premio que hemos dado hoy".
Puntualizó además que el acercamiento de la Unión Europea con Cuba "es un acercamiento bajo condiciones", y señaló que "la libertad de expresión y los derechos civiles son clave" para las 27 naciones que integran el bloque.
Por su parte, Joseph Daul, que preside el grupo del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, dijo que la ausencia de Fariñas "significa que nada ha cambiado en Cuba".