La rival de Dilma podría hacer sombra en las relaciones de Brasil con los Castro

Las candidatas a la presidencia de Brasil, la oficialista del Partido de los Trabajadores (PT) Dilma Rousseff (c) y Marina Silva (i) del Partido Socialista Brasileño (PSB) se saludan junto al candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileñ

Silva, tercera opción entre el PT y la socialdemocracia, aboga por que Brasil reclame derechos humanos y elecciones libres en Cuba.

El panorama electoral brasileño ha cambiado radicalmente tras la muerte en un accidente aéreo, el pasado 13 de agosto, del candidato y presidente del Partido Socialista Brasileño, Eduardo Campos.

Marina Silva: ¿Hasta dónde puede ir?

Para sustituir a Campos la agrupación política designó a Marina Silva, una ex senadora y ex ministra de Medio Ambiente del gobierno de Lula da Silva. Y en menos de un mes los numeritos cambiaron radicalmente.

Si los sondeos daban a Campos un tercer lugar con 9% de las intenciones de voto para los comicios del 5 de octubre, una primera pesquisa posterior a la nominación de Silva, realizada por el instituto Datafolha y divulgada a principios de la semana pasada, la situaban en la primera ronda en empate técnico con Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) – 21% contra 20%─ comparados con 36% de la presidenta Dilma Rousseff. En la segunda vuelta, Silva obtendría una victoria apretada sobre Dilma, 47% a 43%, una diferencia que caería dentro de los márgenes de error.

Pero el último sondeo, dado a conocer el martes y comisionado al Instituto Ibope por el canal Globo y el diario O Estado de São Paulo, indica que la ecologista y activista evangélica pentecostal de 57 años acumularía en la primera vuelta 29%, sólo cinco puntos detrás de la mandataria (34%). (Neves, del PSDB, quedaría bastante rezagado con un 19%).

Y según esa consulta, en la segunda ronda Silva también rebasaría a Rousseff, ahora con un margen holgado de 45% contra 36%.

El Ibope entrevistó a 2.506 personas, entre los dias 23 y 25 de agosto. El margen de error del sondeo es de más o menos dos puntos porcentuales, y su confiabilidad, del 95%.

El debate ayuda

A su llegada esa noche a los estudios de televisión donde se celebraría el primer debate entre los candidatos presidenciales, Dilma restó importancia a los resultados de la consulta. "No veo las encuestas como analíticas. Creo que son relativas y siempre he dicho que no las comento. Creo, eso sí, que el debate va a ayudar”, declaró Rousseff .

Pero a quien pareció ayudar el debate fue a la inesperada estrella naciente de la política brasileña.

Dilma debate con el candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña, Aécio Neves (i).

El diario madrileño El País señala que mientras la mandataria se esforzó en destacar las conquistas de los Gobiernos del PT, Marina Silva dejó a sus contrincantes sin fichas, al insistir en la necesidad de una nueva política, “en la que querría incluir tanto al expresidente Fernando Henrique Cardoso, alma de la estabilización económica del país (...) como a Lula, responsable de las conquistas sociales y del acceso de 30 millones de personas a la clase media”.

En una evaluación de los resultados del debate, el experto en ciencias políticas Carlos Melo dijo a la cadena Globo que, al encarnar y consolidarse ella como una tercera vía, rompiendo la polarización tradicional entre el PT y el PSDB, “un tercio de los electores que no son ni 'petistas' ni 'tucanos', dejan de ser indecisos para transformarse en independientes”.

Cuando el Instituto Ibope preguntó a los entrevistados por quiénes no votarían, el 36% citó a la actual presidenta, el mayor índice de rechazo, mientras que el menor, 10%, fue para Silva.

Seringueira

Marina Silva nació y se crió en el estado amazónico de Acre, en una aldea de seringueiros o trabajadores de las plantaciones de caucho en las que también laboró. Las enfermedades se llevaron a tres de sus diez hermanos. A los 14 años monjas de la congregación de las Siervas de María le curaron una hepatitis y le enseñaron a leer y escribir y las operaciones básicas de las matemáticas, pues donde vivía no había escuelas. Tras recibir la enseñanza básica, en 1981 se matriculó en la Universidad Federal de Acre. Allí descubrió el marxismo, y se afilió al Partido Revolucionario Comunista, considerado semiclandestino por los militares.

En 1985 Silva se hizo miembro del Partido de los Trabajadores (PT). Inició su carrera política como concejal del municipio de Rio Branco, en 1988. Desde ese cargo causó una controversia, y se ganó la admiración popular, al devolver beneficios financieros que los demás concejales habían aceptado. En 1990, fue elegida diputada estatal.

Silva (d) con el activista ambientalista Chico Mendes (c)

Como activista ambientalista, fue compañera de lucha del célebre defensor de la selva amazónica y de los derechos de los campesinos Chico Mendes.

Esta causa la respaldó con fervor cuando con 36 años se convirtió en la senadora más joven en la historia de Brasil, cargo que ejerció durante dos legislaturas.

En 2003, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva la nombró Ministra del Medio Ambiente. Dimitió en 2008, y en agosto de 2009 abandonó el PT para ingresar en el Partido Verde (PV), por el cual se convirtió en la primera candidata mujer, de minoría étnica (zambo), y pentecostal, a la presidencia de Brasil, en las elecciones generales de 2010, en las que consiguió19,3% de los votos, sobre un pronóstico de 14%.

Una sombra en los lazos con los Castro

El portal Cubaencuentro anticipa que, de producirse un triunfo de Silva en los comicios brasileños de octubre ocurrirán cambios en el vínculo entre Brasilia y La Habana, que dejaría de tener en la presidenta de Brasil un aliado incondicional.

Raúl Castro y Dilma Rousseff.

Esa web de asuntos cubanos recuerda que “en repetidas ocasiones Silva ha expresado su desacuerdo con los nexos demasiado estrechos entre Brasil y Cuba” (…), ha dicho que Brasil debe defender la democracia y los derechos humanos de una forma más activa en la región, desempeñar un papel mediador en los conflictos y manifestarse públicamente en favor de elecciones libres en la Isla, la liberación de los presos políticos y el fin de la represión”.

Aclara Cubaencuentro que estas declaraciones han sido formuladas en años anteriores, no de cara a un proceso electoral sino como una opinión sincera de sus convicciones. Pero señala que “en esta mujer, con una trayectoria personal y política no dada a las concesiones ni al discurso de ocasión, sus palabras no deben tomarse a la ligera”.