Benedicto XVI, la jornada más política de su visita a Cuba

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Benedicto XVI llega a La Habana

Se reúne este martes con el gobernante Raúl Castro, y posiblemente con su hermano Fidel y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en La Habana
Su Santidad Benedicto XVI llegó pasado el mediodía a la terminal aérea José Martí en La Habana. El Cardenal Jaime Ortega y Alamino estuvo al pie de la escalerilla del avión de Alitalia que le condujo de Santiago de Cuba a la capital cubana. Un grupo de niñas y niños vestidos con trajes nacionales le dieron la bienvenida y le obsequiaron flores.

Miembros del clero cubano, como Monseñor Ramón Suárez Porcari canciller de la Arquidiócesis de San Cristobal de La Habana y Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, participaron en el recibimiento al igual que autoridades oficiales de Cuba, entre ellas Caridad Diego, encargada de la Oficina de Asuntos Religiosos en la Isla.

El papa Benedicto XVI tendrá este martes la jornada más política de su viaje a Cuba, en la que mantendrá un encuentro con el gobernante Raúl Castro en el Palacio de la Revolución en La Habana, y tal vez con su hermano Fidel.

El periodista venezolano Nelson Bocaranda señala en su página web runrun.es que el Santo Padre se reunirá con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez este martes, en La Habana.

Como lo escribí el domingo en Runrun.es esta tarde (martes) será el momento para la Bendición Papal, a solas -acaso con sus hijas- y sin medios presentes en el Palacio de la Revolución en La Habana, si todo lo conversado y acordado entre funcionarios de la Santa Sede en Guanajuato y un representante del gobierno venezolano se mantiene. Chávez no puede recibir al Papa de forma oficial estando en otro país, pero el presidente Raúl Castro si puede incorporarlo como un “detalle de amistad y compromiso” con el enfermo de cáncer que quiere recibir “la señal de la cruz” por el representante de Cristo en la tierra. Minutos trascendentales para el futuro inmediato…

Sin embargo, ninguna solicitud de audiencia ha sido formulada a la delegación del Papa, según el portavoz del Vaticano.

Asimismo, en el Palacio de la Revolución, está previsto un encuentro entre el secretario de Estado (número dos) del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, acompañado de su "ministro de relaciones exteriores", monseñor Dominique Mamberti, y el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura.

La agencia AFP dijo que los temas candentes -presos políticos, levantamiento del embargo norteamericano contra Cuba, mayores derechos para los católicos en campos como la enseñanza- deben ser abordados en esta ocasión.

En el Palacio de la Revolución, centro del poder comunista, lo espera Raúl Castro, con quien debe abordar el estado de las relaciones entre el Gobierno y una Iglesia convertida en interlocutor político privilegiado y muy activa en el terreno social, 14 años después de la histórica visita de Juan Pablo II.

Pero la expectativa está puesta sobre un posible y breve encuentro entre Joseph Ratzinger y el exgobernante Fidel Castro, de 85 años, retirado del poder desde 2006. Aunque el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, advirtió prudentemente en la noche que "no se sabe si sí, ni dónde" podría tener lugar, la reunión parece probable.

Ex alumno de los jesuitas, Fidel Castro, que ha expresado su admiración por Juan Pablo II, manifestó su deseo de reunirse con Benedicto XVI y el Vaticano manifestó la disponibilidad del pontífice.

Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1981 a 2005, Joseph Ratzinger combatió a la "Teología de la liberación", que proclamó "la opción preferencial por los pobres" y fue acusada de estar influenciada por el marxismo. Algunos sacerdotes y muchos laicos apoyaron e incluso se integraron en la segunda mitad del siglo pasado a las guerrillas izquierdistas aliadas de La Habana.

Durante su conferencia de prensa en el avión que le condujo del Vaticano a México, el papa alemán dijo que Juan Pablo II "estaba en la misma línea, y aún más, rechazando los medios violentos y el marxismo". Tenía un "antimarxismo visceral", precisó.

Las especulaciones también crecen sobre la posible presencia en esa cita del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien se trata de un cáncer en estos días en Cuba. Sin embargo, ninguna solicitud de audiencia ha sido formulada a la delegación del Papa, según el portavoz del Vaticano.

Aunque no hay ninguna reunión prevista entre el pontífice y la disidencia, su presencia en la isla eleva la temperatura en la oposición, y la Iglesia tomó distancia de las protestas más fuertes.

La prudencia de Benedicto XVI, la ausencia de un llamado explícito por los presos políticos o por la libertad, son lamentadas por algunos de los disidentes.

El fin de la visita es la "reconciliación", insistió este martes el portavoz del Vaticano.