Béisbol cubano, entre lo bueno y lo feo

El jardinero derecho de los Cachorros de Chicago Jorge Soler.

Mientras Yasiel Puig (Dodgers de Los Ángeles) reafirma su carisma convertido ahora en personaje principal de un juego de computadoras, el DeNa Bay Stars de Japón decide anular el contrato de Yulieski Gourriel.

Como en el vórtice de una licuadora global, varias decenas de peloteros cubanos, dentro y fuera de su país, aportan su sabor a numerosos torneos de diversa calidad, empeñados además en mantener vivos sus vínculos sentimentales.

Así Facebook, hace pocos días, reflejaba la imagen de un rápido triunfador en las Grandes Ligas, el cienfueguero José Dariel "Pito" Abreu, en su abrazo con un habanero que ha navegado con el viento en contra, Yasser Gómez. También la red social nos mostró esta semana, entre otros --varios de ellos relajados en el descanso hogareño-- al holguinero Aroldis Chapman y el capitalino Yunel Escobar, al pinareño Alexei Ramírez y el también cienfueguero Yasiel Puig.

Mientras Puig reafirma su carisma, convertido ahora en personaje principal de un juego de computadoras, el ex industrialista Yasser Gómez, anclado en territorio de la Unión-- debido a la demora de sus trámites de residencia-- ha debido renunciar a ofertas de contratos en México o República Dominicana.

Se ha prolongado tanto la cadena de fugas, desde Cuba hacia el deporte profesional --son ya 55 años y un solo gobierno-- que alternan aquí beisbolistas activos de varias generaciones, y supe de algunos que no se conocieron en la Isla pero se estrecharon la mano, por ejemplo… durante un concierto de los músicos cubanos Gente de Zona, en Los Ángeles.

"Los que vivimos en Estados Unidos pero fuera de Miami buscamos ansiosamente las vías para mantenernos en contacto", me ha dicho Yasser, aquel muchacho que a los 20 años se fue con el equipo nacional a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, pero que tal vez esperó demasiado para buscar mejor fortuna fuera de su país.

Pero el mundo no se detiene, y Jorge Soler podría anotarse el primer hit entre los cubanos de las Grandes Ligas del 2015, el domingo, cuando su equipo Cachorros de Chicago inicie la nueva temporada como anfitrión de San Luis Cardenales. Un día después habrá 14 pleitos, y tal vez aparezca entonces un puñado de buenas nuevas con la firma de los nuestros.

El lado feo de la actualidad, en cambio, parece venir de Japón, donde la prensa local publicó hace unas horas que el DeNa Bay Stars decidió anular el contrato de Yulieski Gourriel, en lo que sería su segunda incursión en la liga de ese país. El espirituano, insertado hace dos años en los Industriales de La Habana, debió viajar al Lejano Oriente tan pronto los azules capitalinos resultaron eliminados del play off cubano, pero todavía está en su casa.

Nada se ha publicado al respecto en la prensa cubana, demasiado cautelosa ante un tema tan reciente, la autorización del gobierno para que algunos peloteros de confianza participen en otras latitudes, siempre bajo la pupila de papá-Estado.

Es la misma prensa que se entusiasma en cambio con el inicio inminente de una final inédita por el cetro de la Serie Nacional, entre Ciego de Ávila --fue una vez monarca-- y el debutante Isla de la Juventud, elenco que tiene en sus vitrinas como trofeo más valioso el tercer lugar de 1999.

El fiasco mayor de la campaña que va finalizando se lo endosan algunos al polémico manager Víctor Mesa, un jugador estelar de Villa Clara y del equipo mundialista, víctima otra vez de un intento fallido por llegar al trono como timonel de Matanzas.