Multa millonaria a banco holandés por transacciones con Cuba

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ING infringió la ley entre otras formas mediante el procesamiento de operaciones bancarias a través de su filial en Curaçao, por cuenta de clientes cubanos, sin especificar el origen de los pagos.
El banco holandés ING tiene que pagar 619 millones de dólares a Estados Unidos por violar el régimen de sanciones contra Irán, Cuba y otros países, según informó el Departamento del Tesoro este martes, publica la agencia AFP.

Esta es la multa más alta aplicada hasta ahora por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Tesoro estadounidense, entidad que se encarga de vigilar la aplicación de sanciones de ese país, explicaron en el informe de prensa.

ING aprobó más de 20 mil operaciones bancarias por un monto superior a los 2 mil millones de dólares con esos países desde principios de la década de los 1990 hasta 2007, según la acusación formal ante la justicia estadounidense.

Sobre Cuba "ING infringió la ley entre otras formas mediante el procesamiento de operaciones bancarias a través de su filial en Curaçao, por cuenta de clientes cubanos, sin especificar el origen de los pagos", detalló el comunicado.

Especifican además que empresas ficticias y cuentas bancarias ocultas se utilizaron para proporcionar servicios financieros en dólares al régimen castrista.

"ING ocultó información de pagos que hubiera revelado el involucramiento de países y entidades sancionadas, aconsejó a clientes sobre cómo ocultar las transacciones bancarias" y hasta elaboró falsa documentación para que dos bancos cubanos pudieran procesar cheques de viaje en dólares, anotó.

Agrega que responsables del banco hasta amenazaron a empleados si no cooperaban.

"Esta conducta ocurrió en varias unidades de negocios de ING (...) y en ciudades en todo el mundo, con el conocimiento, aprobación y aliento de altos directivos y los departamentos legales y de supervisión" del banco, aseguran.

Por su parte el Banco señaló en un comunicado que estaba de acuerdo con la sanción y que en 2007 cerró su oficina de representación en Cuba, así como su filial caribeña.

En cuanto a Irán, el gobierno estadounidense comenzó la investigación tras detectar que ING había procesado pagos de un cliente que estaba siendo monitoreado por sus ventas a Teherán, la firma holandesa Aviation Services International.