Conservadores austriacos llevan a la extrema derecha al gobierno

VIENA (Reuters) - Austria se dispone a convertirse en el único país europeo occidental con un partido de extrema derecha en el gobierno después de que el Partido Libertad (FPO), contrario a la inmigración, y los conservadores de Sebastian Kurz alcanzaron un acuerdo de coalición.

Kurz, de apenas 31 años, y el líder del FPO, Heinz-Christian Strache, anunciaron su pacto en la noche del viernes, entregando a la extrema derecha parte del poder por tercera vez en la república alpina, tras más de una década en la oposición.

El FPO tomará control de buena parte del aparato de seguridad en Austria, ya que el acuerdo les pone al frente de los ministerios de Interior, Exteriores, y Defensa, dijo un portavoz del Partido Popular (OVP) de Kurz. El OVP controlará la cartera de Economía, así como la de Justicia y Agricultura.

“Si todo va según lo pensamos, no hay nada que impida que el futuro gobierno asuma al principio de la próxima semana”, dijo el presidente, Alexander Van der Bellen, entre cuyos poderes figuran designar y rechazar gobiernos, tras una reunión con Kurz y Strache el sábado por la mañana.

Van der Bellen venció al candidato de la extrema derecha en las disputadas elecciones presidenciales del año pasado con una plataforma proeuropeísta.

Su rival derrotado, Norbert Hofer, se convertirá en ministro de Infraestructuras en el próximo gobierno, dijo el OVP. Kurz encabezará el gobierno como canciller y el OVP tendrá ocho ministerios, incluida su oficina. El FPO contará con seis, incluida la oficina de Strache como vicecanciller.

Kurz ha dicho repetidas veces que su gobierno será proeuropeísta pese a su alianza con los euroescépticos del FPO. Su oficina asumirá algunos departamentos europeos dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores para dar mayor control sobre asuntos de la Unión Europea, dijo una persona cercana a las conversaciones y un destacado miembro del OVP.

Las elecciones parlamentarias en Austria de hace dos meses estuvieron dominadas por la crisis migratoria europea, durante la cual llegó un gran número de demandantes de asilo. El OVP ganó con una postura contraria a la inmigración que a menudo coincidió con la del FPO, prometiendo recortar los beneficios a los refugiados y no permitir más una llegada masiva como la de 2015. El FPO fue tercero, con un 26 por ciento de los votos.

[Agencia Reuters]