Atentando en marcha por la paz en Turquía deja más de 90 muertos

  • Agencias

Una mujer herida en los atentados ocurridos en Ankara es atendida (Turquía).

Dos potentes explosiones desataron el pánico entre miles de personas congregadas ante la estación de trenes de la capital turca, el lugar habitual para iniciar manifestaciones en esta ciudad.

Un atentado en Ankara durante una manifestación por la paz ha causado al menos 95 muertos y 245 heridos, entre ellos 48 graves, de acuerdo a un comunicado del gobierno emitido en la noche de este sábado.

Nadie se responsabilizó inmediatamente por el atentado. El primer ministro Ahmet Davutoglu señaló que hay "fuertes indicios" de que las explosiones fueron ataques suicidas e insinuó que los responsables pudieron ser rebeldes curdos o combatientes del grupo extremista Estado Islámico.

Según relató el corresponsal de Efe en Ankara, presente en el momento de las explosiones, miles de personas se estaban congregando ante la estación de trenes de la capital turca, el lugar habitual para iniciar manifestaciones en esta ciudad. En medio de cánticos, bailes y bromas en una soleada mañana de sábado dos potentes explosiones sucesivas desataron el pánico entre los congregados, incluidos numerosos periodistas.

Las detonaciones fueron tan fuertes que hicieron estallar las gruesas ventanas del edificio ferroviario y, en segundos, cientos de personas quedaban salpicadas por una lluvia de restos de cuerpos humanos.

Una de las bombas fue detonada en medio de un grupo de ciudadanos sin identificación política, mientras que la otra lo hizo cerca de un punto donde ondeaban banderas y pancartas del HDP, el partido de la izquierda kurda, y de varias agrupaciones marxistas.

El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado como un "abominable ataque contra la unidad y convivencia", pero agregó que "no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados", en referencia a los ataques de la guerrilla kurda.

"Estamos en contra de todo tipo de terror y de organización terrorista; debemos estar en contra todos unidos", declaró el presidente turco. En cambio, el partido de la izquierda prokurda HDP ha subrayado la similitud de este atentado con la bomba colocada en un mitin de este partido en Diyarbakir, dos días antes de las elecciones del 7 de junio, y con la masacre de Suruç el 20 de julio.

En este atentado, un joven yihadista turco probablemente entrenado por el Estado Islámico (EI), se inmoló en una asamblea de activistas de la izquierda prokurda, provocando la muerte de 34 personas.

Después de este atentado, el PKK rompió su alto el fuego que mantenía desde hacía más de dos años. Pero hoy, poco tras el atentado de Ankara, la cúpula del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, anunció que respetará un alto el fuego unilateral hasta la fecha de las elecciones en Turquía, el próximo 1 de noviembre.

El comunicado, difundido por la agencia kurda Firat, señala que sus militantes "suspenderán las acciones previstas" y "evitarán todo movimiento, salvo en defensa propia".

EEUU condena el atentado

Desde Washington calificaron de "horrible" este atentado al tiempo que el gobierno estadounidense reafirmó su determinación de combatir el terrorismo junto a Turquía e instó a todos los ciudadanos turcos a "comprometerse con la paz" y unirse contra el terror.

En un comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, aseguró que "Estados Unidos condena en los términos más rotundos el horrible ataque terrorista de hoy en Ankara, Turquía". Igualmente, dijo que "el hecho de que este ataque ocurriera antes de una manifestación por la paz subraya la depravación de los que están detrás de él y es otro recordatorio de la necesidad de afrontar los retos de seguridad compartidos en la región".

El Gobierno estadounidense "ofrece sus más profundas condolencias
a los familiares y seres queridos de las víctimas" y los heridos "de
esta violencia sin sentido" sostuvo Price, quien recordó que "Estados Unidos seguirá estando del lado del Gobierno turco y su pueblo a medida que luchamos juntos contra el flagelo del terrorismo. Lejos de disuadirnos en nuestros esfuerzos, estos horribles actos de violencia solo fortalecerán nuestra determinación".

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, condenó también el ataque y coincidió en subrayar la "determinación" estadounidense de trabajar con Turquía contra el terrorismo. "A la luz de la continua violencia en Turquía y la región, es particularmente importante en este momento que todos los ciudadanos turcos se vuelvan a comprometer con la paz y se mantengan unidos contra el terror", aseguró.