Estado Islámico se atribuye doble atentado suicida en Beirut

  • Agencias

Daños causados por atentado del Estado Islámico cntra Hezbolá en Beirut, Libano.

"Los soldados del califato pudieron colocar una motocicleta explosiva en la calle Huseiniyah, en Burch Barachne, donde Hezbolá tiene su sede", señala una nota del Estado Islámico.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó en un comunicado difundido por internet el doble atentado suicida que provocó hoy al menos 41 muertos y 200 heridos en un bastión del Hezbolá, en la periferia sur de Beirut, en Líbano.

"Los soldados del califato pudieron colocar una motocicleta explosiva en la calle Huseiniyah, en Burch Barachne, donde Hezbólá tiene su sede", señala la nota, que añade que "otro soldado con un cinturón explosivo dio su vida".

"No nos calmaremos hasta que nos venguemos", agrega el texto de la organización terrorista.

El ministro libanés de Sanidad, Wael Abu Faaur, facilitó las cifras de las víctimas en unas declaraciones en el lugar del ataque a la televisión de Hezbolá, Al Manar.

A última hora de la tarde, dos hombres a pie hicieron estallar sus cinturones explosivos delante de un centro comercial del barrio Burj al Barajne. El ejército dijo haber encontrado muerto a un tercer terrorista que no pudo detonar su bomba.

El titular libanés de Interior, Nuhad Mashnuk, confirmó que un tercer suicida fue abatido por una de las explosiones antes de que pudiera detonar la bomba que él portaba.

El primer ministro libanés, Tamam Salam, anunció un día de luto nacional el viernes, tras el atentado.

Se trata del peor ataque contra el movimiento chiita desde que intervino en Siria en apoyo del régimen de Bashar al Asad en 2013.

Hezbolá es muy cercana al régimen del presidente de Siria, Bachar al Asad, a quien apoya en territorio sirio en la lucha contra los grupos rebeldes, islamistas y terroristas que intentan derrocar al actual Gobierno, entre ellos el EI.

Entre julio de 2013 y febrero de 2014, hubo nueve atentados contra feudos del Hezbolá o en regiones fieles al movimiento, la mayoría de ellos reivindicados por grupos yihadistas que actuaban en represalia por la decisión del Hezbolá de mandar a miles de combatientes en apoyo de Asad.

Hace menos de un mes, el líder del Hezbolá, Hasan Nasralá, volvió a defender su implicación en Siria, que calificó de "batalla esencial y decisiva".
"Sin la perseverancia en el terreno frente a Daesh (acrónimo en árabe del EI) y sus aliados, ¿qué sería hoy de la región en Irak, en Siria y en Líbano", declaró.

El líder del movimiento chiita reconoció que el combate en Siria "puede ser largo", pero recalcó que es necesario para proteger la región.