ASESINAN IMPORTANTE COLABORADOR DEL PRINCIPAL CLERIGO SHIITA DE IRAQ

Elementos insurgentes-terroristas que tratan de obstaculizar la elección aparentemente trataron, con ese asesinato, de enviar algún mensaje intimidatorio a Al-Sistani por su apoyo a esos comicios.

El funcionario de la oficina del encumbrado religioso musulmán dijo a la prensa que los pistoleros asesinaron el miércoles al clérigo Mamud Al-Madaén, a su hijo y a cuatro guardaespaldas en la histórica ciudad de Salman-Pak, situada al sur de Bagdad.

Otro ayudante de Al-Sistani nombrado Jalim Al-Mojakek, un clérigo que trabajaba en la oficina de Al-Sistani situada en la ciudad de Nayaf, fue hallado muerto el miércoles. “El jeque Jalim fue hallado ahogado en su propia sangre. Se han iniciado investigaciones”, dijo el portavoz Jamed Al-Kafaf.

Funcionarios del gobierno de Iraq dicen que la actual serie de ataques a objetivos shiítas demuestra que insurgentes musulmanes de la secta sunita — enemiga de la shiíta están montando una sangrienta campaña para inflamar la desconfianza sectaria, la cual ya se ha nutrido de las discrepancias relacionadas con la celebración de elecciones.

El 60 por ciento de la mayoría shiíta de Iraq, que durante muchísimos años estuvo oprimida por la tiranía de Saddam Hussein, un sunita, respalda con firmeza la celebración de elecciones. Se espera que una lista de candidatos en su mayoría shiítas que ha sido creada con la aprobación de Al-Sistani, dominará la elección.

El liderazgo sunita afirma que si muchos sunitas llegan a la conclusión de que la elección no es justa, esto provocará más derramamiento de sangre y hasta una guerra civil.

Al-Sistani es un clérigo muy reverenciado como líder religioso en toda la nación y posee enorme influencia. El ha pedido a los shiítas que sean moderados y no tomen represalia porque, la venganza destruiría al país.

“¿Acaso creen que las fuerzas shiítas no pueden tomar por asalto el sur de Bagdad e imponerse allí? Pero no queremos entregar a nuestros enemigos la guerra civil que quieren”, dijo un funcionario gubernamental shiíta.