Artista keniano acusa al régimen de La Habana de "masacrar" una escultura suya

Busto al primer presidente de Kenia Jomo Kenyatta, en Cuba

El artista amenazacon demandar a Cuba tras comprobar que el busto que él entregó a las autoridades de la isla en el 2009 no es el mismo que el presidente keniano inauguró durante su visita oficial a la isla hace un par de semanas.

Un artista keniano ha acusado al Gobierno cubano de "masacrar" una de sus obras, un busto del primer presidente de Kenia, Jomo Kenyatta, al realizar sin su permiso una copia de la escultura, que fue inaugurada recientemente en La Habana por el hijo del mandatario representado y actual jefe de Estado de Kenia, Uhuru Kenyatta.

El artista Oshottoe Ondula ha amenazado con demandar a la administración cubana tras comprobar que el busto que él entregó a las autoridades de la isla en 2009 no es el mismo que el presidente keniano inauguró durante su visita oficial al país caribeño hace un par de semanas, informó hoy el diario Daily Nation.

Ondula explicó que la estatua de Jomo Kenyatta, el primer presidente de Kenia (1892-1978), que se inauguró en el Parque de los Próceres Africanos de la capital cubana era de un material distinto al que él había empleado y se trataba, en realidad, de una copia realizada por otro artista.

El espía cubano Fernando González Llort, en el acto.

El Gobierno cubano pidió al keniano un busto de Kenyatta en 2009 para que pudiera figurar junto a otros líderes africanos en el bulevar isleño, según el relato de Ondula. Tras ganar un concurso al que se presentaron otros 15
participantes, Ondula entregó el busto, que debía ser de fibra de vidrio y recibió una cantidad de casi 28.000 euros.

"En 2011, me llamó el ministro de Cultura y Patrimonio (keniano), William Ole Ntimama, para que presenciase la entrega del busto al embajador cubano", dijo Ondula.

Sin embargo, el Gobierno cubano constató después que la fibra de vidrio no podía soportar el calor caribeño y pidió que se rehiciese la estatua con otro material, algo que el artista keniano no conoció hasta tres semanas antes de la inauguración del busto, el pasado 16 de febrero.

El trabajo de remodelación, según el artista, fue encargado a otra persona, lo que supone una vulneración de los derechos intelectuales, registrados en Nueva York en 2010. "Es el mayor acto de impunidad y corrupción jamás hecho a una obra de arte en Kenia", aseveró Ondula.

EFE