El apuro por conocer Cuba "antes que cambie para siempre"

  • Lizandra Díaz Blanco

Unos apurados por llegar antes del cambio; otros, por que el cambio llegue.

Animados por las agencias de viaje, estadounidenses en las 12 categorías permitidas viajan a Cuba para ver con sus propios ojos la isla comunista.

Día tras día, Maidin Carretero ve a los turistas extranjeros tomarles fotos a paredes despintadas o edificios ruinosos de su ciudad. Ella los entiende. "Eso no lo ven ellos en su país. Ellos en su país ven las cosas muy lindas, lo moderno. Y aquí lo tenemos en ruinas", se explica a sí misma.

"¿Cómo será la cultura del país ese de ellos, que se quedan tan deslumbrados viendo cómo vivimos aquí?", se pregunta esta cuentapropista cuando sorprende a los visitantes fascinados con una vieja pared de ladrillos coloniales que ella preferiría repellada y pintada.

Desde la comodidad de sus hogares, por teléfono o computadora, en los primeros siete meses de normalización diplomática casi 90.000 estadounidenses gestionaron sus viajes a Cuba, con agencias encargadas de preparar viajes a la isla, bajo los programas pueblo a pueblo, flexibilizados aún más por la Administración Obama.

Animados por estas agencias turoperadoras, estadounidenses en las 12 categorías permitidas se apuran a visitar Cuba para ver con sus propios ojos la isla comunista a sólo 90 millas al sur.

Insight Cuba, una agencia autorizada para gestionar viajes pueblo a pueblo desde el 2000, invita en su sitio web, a todo color: "Viaja legal a Cuba… antes que cambie".

"Viaja legal a Cuba… antes que cambie", frase promocional de la agencia Insight Cuba.

Y no sólo las agencias de viaje, incluso medios de prensa mundiales parecen augurar la transformación de la isla, en breve. El diario británico The Telegraph, por ejemplo, incluye a la isla entre los 14 lugares del mundo a visitar "antes que cambien para siempre".

Y mientras unos están apurados por llegar antes del cambio, otros lo están por que el cambio llegue.

"Yo quisiera que pusieran Internet, que hubiera lugares lindos a donde ir, que las casas estuvieran buenas, casas de placa, no techos de teja que se mojan todas, que dejaran construir bien las casas. Porque acá en Trinidad no puedes echar una placa", protesta el trinitario Eduardo Antonio Hernández Carbonel, especialista en construcción civil.

Mulatas en danza hipnótica, autos americanos antiguos, coches tirados por caballos, pioneros contentos, edificios lánguidos con aire de tiempos mejores: un país aislado, en pausa, pero de moda.

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La Habana del turista no es La Habana del cubano


El máster en gestión turística Enmanuel Tirado, cubano residente en Estados Unidos, explicó a Martí Noticias que una de las técnicas publicitarias más usadas es crear el sentido de urgencia, también el tema de país detenido en el tiempo es un atributo que ha probado su validez para atraer turismo a la isla.

"Esa Cuba llena de Coca Cola o de McDonald es simplemente una estrategia comercial para promover los viajes a Cuba", advierte Tirado y agrega que aunque la urgencia no es un atributo que busque el Gobierno cubano, tampoco le molesta.

"Al Gobierno debería darle pena esas cosas, que un turista le tire fotos a un edificio cayéndose, que vea a una persona mal vestida por la calle, sin zapatos, una escuela fea", comenta Hernández Carbonel. "Ahora han cogido aquí con las discotecas hacerlas ruinas. Se ve a los turistas tirándoles fotos a las cosas malas, a las cosas que nos perjudican a nosotros".

Ante la pregunta de si es el estado actual de la isla el precio para atraer turistas, Carretero es optimista. Cree que aun cuando Cuba cambie "sí continuarían visitando la isla, por la cultura, el clima".

Hernández Carbonel no está tan seguro. "El turista viene aquí a ver lo viejo, el patrimonio, y a lo mejor le haces el cambio de lo que ellos quieren ver aquí y no les gusta. No sé. A nosotros nos gustaría que cambiara, pero me parece que eso no lo van a hacer. Yo pienso que lo van a dejar tal y como está".

Por años, las agencias cubanas vendieron a Cuba como un destino de sol y playa, pero esta imagen daba la espalda a un gran segmento del mercado y restringía la temporada turística a los meses de otoño-invierno.

En los últimos años, el Gobierno cubano se ha enfocado en explotar las características histórico-culturales del país para hacerla un destino más amplio: cultural y de eventos.

"Lo que están haciendo los touroperadores extranjeros se integra de cierta forma a lo que quiere el Gobierno cubano, porque al final, si los touroperadores llevan más turistas a Cuba es bueno para todo el mundo", explica Tirado.

En un documento de trabajo, el economista y profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana José Luis Perelló, prevé que el año 2015 pudiera cerrar con más de 3.5 millones de visitantes internacionales, de ellos unos 145.000 estadounidenses; unos 50.000 más que los que arribaron en 2014. Por lo visto, a esta Cuba le quedan muchas fotos para las que posar.

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Sigue en aumento el número de turistas que visitan Cuba