Albania abre un búnker secreto de los comunistas

  • Agencias

Búnker secreto en Albania.

El primer ministro albano, Edi Rama, guió a los visitantes, entre los que había embajadores occidentales, en un recorrido por el refugio nuclear de cinco pisos y 106 habitaciones que nunca llegó a utilizarse.

Un gigantesco búnker secreto construido bajo tierra por el régimen comunista de Albania hace décadas para sobrevivir a un ataque nuclear de la Unión Soviética o Estados Unidos abre sus puertas al público por primera vez.

El sábado, el primer ministro albano, Edi Rama, guió a los visitantes, entre los que había embajadores occidentales, en un recorrido por el refugio nuclear de cinco pisos y 106 habitaciones que nunca llegó a utilizarse.

"Hoy hemos abierto un tesauro de la memoria colectiva que presenta miles de piezas de los tristes acontecimientos y la vida (bajo el comunismo)", dijo Rama en un sala con 200 asientos, que iba a servir para reuniones del Parlamento.

El búnker fue construido por el fallecido dictador comunista Enver Hoxha cerca de la capital del país, Tirana, en la década de 1970 para prepararse para un posible ataque nuclear del "imperialismo estadounidense o el social-imperialismo soviético". Hoxha, cuyo régimen construyó hasta 700.000 refugios de diferentes tamaños y túneles por todo el país, falleció en 1985. El gobierno comunista fue derrocado en 1990.

Rama dijo que el refugio se abrió antes del Día de la Liberación de Albania en la Segunda Guerra Mundial este mes. El Gobierno planea usarlo como atracción turística y sala de exposiciones para artistas.

Expuesto ante el búnker, que ha sido conservado por el ejército, había un lujoso coche Zim-12 de producción soviética, un regalo del dictador Joseph Stalin para Hoxha.

El refugio, que está a 100 metros (330 pies) de profundidad, acoge un museo con fotografías y objetos de la Segunda Guerra Mundial y el régimen comunista. Las pesadas puertas de cemento y metal son tan bajas que los visitantes tienen que agacharse para cruzarlas.

En las pequeñas, frías y malolientes habitaciones pueden verse los equipos militares empleados en la época, la mayoría procedentes de la Unión Soviética y China.

Los trabajos en el refugio terminaron en 1978, cuando Tirana rompió lazos con China. Albania ya había hecho lo mismo con los soviéticos en 1962.