Otro verano sin agua

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Varias personas llenan tanques de agua en las afueras del acueducto de Palatino, en La Habana. EFE/Alejandro Ernesto

Las autoridades admiten que se pierde el 70% del agua bombeada entre la fuente y el consumidor
Las autoridades cubanas reconocen que más de la mitad del agua potable se pierde en la isla debido a su deteriorado sistema de acueducto.

Roberto Martínez, residente de La Habana, dijo a Radio Martí que la situación es caótica, porque “el agua está sucia, tiene mal olor o tiene demasiado cloro (…) y hay veces que te metes una semana sin agua”.

Señaló que la población se queja, porque muchas veces las autoridades “no te dan tiempo a guardar agua y no tienes ni para tomar (…) ponen el agua un día sí y el otro no”.

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Roberto Martínez


"Sólo en el trayecto hasta su destino, se pierde aproximadamente el 70% del agua bombeada entre la fuente y el consumidor", destaca la prensa oficial en la Isla, citando cifras del estatal Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH).

Fuentes del Instituto ya habían declarado en 2011 a medios locales que la isla perdía el 50 por ciento del agua que bombeaba. Cerca de un millón de cubanos carecen de agua en sus viviendas por rupturas y filtraciones.

La señora Belkis, quien también vive en la capital, declaró a Radio Martí que hay mucha escasez de agua y explicó que en la actualidad si uno le pide un vaso de agua a alguien, la persona se lo niega o le contesta que tiene que darle un peso a cambio debido a la problemática existente en el país.

Belkis agregó que ella cree que el “Estado en vez de estar mirando otros asuntos debería darle prioridad a este problema y arreglar los salideros, porque hay muchas calles en La Habana que están rotas, que están desbaratadas”.

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Belkis


Martínez dijo que cuando él abre la llave de agua “lo que sale es un fango, porque las turbinas se quedan abiertas, chupando y sale el agua sucia, no hay filtro, no hay nada (…) estamos viviendo como animales; hay veces que es mejor tomar el agua de un charco y no la de La Habana”.

Algunos plantean que hasta que las autoridades no coloquen tuberías nuevas, continuará la frustración, lo que obligará a los afectados, que son muchos, a llenar de agua cuanto embalse tengan a mano para solucionar sus problemas cotidianos.

Cuba ha recibido en los últimos años varios millones de dólares de Kuwait, para reparar los sistemas de alcantarillado en La Habana y Santiago de Cuba.