Agobiada industria del níquel cubana pone esperanzas en EEUU

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La planta de níquel de Moa.

Atrapada entre los bajos precios del mineral y la baja eficiencia de plantas obsoletas, a la tercera industria productora de divisas del país le urge una inyección de capital extranjero extranjera.

El níquel cubano, una de las principales fuentes de ingresos de la isla, se enfrenta al reto de la eficiencia y la búsqueda de socios extranjeros para impulsar una industria castigada por la caída de los precios internacionales del mineral y que mira con esperanza la apertura con EE.UU.

Cuba se sitúa entre los primeros países productores del mundo de este mineral, con una industria que se concentra en la localidad de Moa, (en la provincia de Holguín, a unos 800 kilómetros al este de La Habana), considerada la "capital del níquel" en la isla.

Este paisaje marciano no es obra de buscadores de oro, sino de la industria del níquel en Moa.

Allí operan dos fábricas de extracción y procesamiento, una de ellas la planta "Pedro Sotto Alba", construida en 1957 por una empresa estadounidense. Pasó a manos del estado cubano tras el triunfo de la revolución castrista y desde 1994 funciona como una empresa mixta (Moa Nickel S.A.) al cincuenta por ciento entre el monopolio Cubaníquel y la firma canadiense Sherrit International.

Con una plantilla de 1.936 empleados, la "Pedro Sotto Alba" produce actualmente 37.500 toneladas de níquel más cobalto, el máximo de su capacidad productiva, según el ingeniero Ricardo Quintana, uno sus subdirectores, quien destacó el incremento progresivo de la producción desde la constitución de la empresa mixta en 1994, cuando se comenzó con un plan de 24.000 toneladas anuales.

La materia prima se obtiene de las minas de níquel a cielo abierto ubicadas también en el municipio Moa, donde está garantizado el mineral para los próximos 18 o 20 años con el actual ritmo de producción.

Cuba intentará reducir los costos de la industria para compensar las pérdidas derivadas de los bajos precios globales, en lugar de aumentar la producción desde las actuales 56.000 toneladas que extrae en total al año, dijeron ejecutivos durante un inusual recorrido a una de las plantas de la isla de Gobierno comunista.

El jefe del monopolio estatal Cubaníquel y gerentes de plantas dijeron que, a pesar de la caída de los precios, miran a la inversión extranjera para aumentar la capacidad en el futuro.

Cuba promedió una producción de unas 74.000 toneladas en la década después del año 2000. No obstante, las ganancias por las exportaciones del metal han sido golpeadas por la obsolescencia de las plantas y una fuerte caída de sus precios durante los últimos cuatro años.

Cubaníquel esperaba originalmente ingresos de entre 600 millones a 700 millones de dólares para este año por las exportaciones de níquel, proyectando un precio de unos 14.000 dólares por tonelada, dijo el director Eder Oliveros Garcell. Pero los precios cotizan cerca de 8.600 dólares por tonelada, lo que significa que las ventas serán significativamente menores.

"Nosotros esperábamos ingresos de este orden, pero la realidad hoy es diferente", dijo Oliveros durante la visita a fines de la semana pasada a la planta Pedro Soto Alba, Las estimaciones de ingresos por la exportación del níquel cubano -cuyo principal cliente es China, seguido de Europa y Canadá- se han movido en los últimos años en el entorno de los 600 millones de dólares anuales, cifra que previsiblemente no se alcanzará este año con los precios actuales.

"La mayor parte del mercado del níquel internacional está movido por la economía china y precisamente es una de las causas del descenso de los precios por la contracción de la demanda y el consumo asociados a la desaceleración económica", indicó por su parte Quintana.

Además de Moa, existen yacimientos del mineral en otros puntos de la isla, sobre todo en sus provincias orientales, y también se han abierto nuevas líneas de trabajo para la exploración geológica de nuevas minas.

"Hay níquel en Cuba para este siglo sin problemas", dijo el director del monopolio CubaNíquel.

En el actual escenario de apertura internacional de la isla y con nuevas reglas en el país para atraer la inversión extranjera. De hecho "existen varios proyectos en proceso de negociación", según Oliveros, quien señaló que hay empresas de China, Brasil y Suráfrica interesadas en el sector niquelífero cubano.

También la nueva etapa de relaciones con Estados Unidos es motivo de esperanza para la industria del níquel en la isla, que sería, según el responsable de Cubaníquel, "una de las más beneficiadas" si se levantara el embargo que Washington mantiene contra el país caribeño.

Sobre todo de cara a la importación de tecnología, equipamientos y repuestos que podrían abaratar considerablemente los costes de plantas como la "Pedro Sotto Alba" que ahora tiene que comprar muchos de esos insumos en Europa, dijo Ricardo Quintana.

En Moa, además de esta planta de níquel, existe la estatal "Che Guevara" pero que presenta peores resultados y mayor atraso tecnológico: su producción actual es de 18.500 toneladas al año a pesar de que tiene capacidad para generar 30.000.

El níquel y el cobalto se utilizan sobre todo para aleaciones especiales en acerías y también son minerales empleados en productos como baterías para teléfonos móviles, automóviles, motores o turbinas.

La venta de níquel figura entre los principales rubros de exportación del país caribeño solo por detrás de los servicios profesionales y el turismo.

Con material informativo de agencias de prensa.