Activistas cubanos desconfían del manejo que hará el régimen de la ayuda ofrecida por Estados Unidos

Una mujer camina por una calle llena de escombros en La Coloma, provincia de Pinar del Río, Cuba, tras el paso del huracán Ian.

Activistas y periodistas independientes cubanos han expresado su desconfianza y preocupación con el destino que dará el régimen de La Habana a la ayuda humanitaria ofrecida por Estados Unidos, tras la devastación causada por el huracán Ian.

El periodista y activista Boris González Arenas dijo a Radio Martí que si bien la ayuda es necesaria, se necesitan garantías para que el gobierno no se beneficie.

"Esta es una medida de amortiguamiento; o sea, en Pinar del Río ahora mismo llevan tres semanas sin luz; en Pinar del Río en este momento se está viviendo en la prehistoria de la civilización, y eso necesita asistencia", aseguró el activista.

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Declaraciones del periodista y activista Boris González Arena

En palabras del opositor, es necesario "doblegar la voluntad totalitaria del castrismo, su voluntad criminal", para que no tomen el dinero enviado por Estados Unidos a su favor, sino que sea entregado a organizaciones a través de las que el régimen cubano no pueda lucrar.

"El castrismo tiene no sólo un sistema de instituciones, sino también una sociedad civil falsa creada por ellos que, si los Estados Unidos ponen dinero ahí, o la Unión Europea pone dinero ahí, sin dudas el castrismo se lo va a robar. Pero los ciudadanos de Pinar del Río sí necesitan esos beneficios que los Estados Unidos pueden dar ahora", opinó.

A través de las redes sociales, otros activistas se pronunciaron por la medida, entre ellos el cofundador del proyecto CubaSpaces Yannis Estrada, quien criticó en Twitter la "hipocresía" del régimen cubano al aceptar la ayuda estadounidense, y del gobierno de EEUU por ponerla en su mano.

"Tanto criticar y hablar porquerías para terminar aceptando dos millones de la USAID. En esta historia de sufrimiento del pueblo cubano, siempre ha habido un culpable y un traidor, intercambiados incluso. Hipocresía a borbotones de ambos lados del Estrecho de la Florida", escribió.


Por su parte, la activista Carolina Barrero, exiliada en Estados Unidos, aseguró que con esta ayuda, y la respuesta del ministro cubano de Exteriores Bruno Rodríguez, quien en su perfil de Twitter respondió al gesto con beneplácito, "el mercenarismo como argumento deslegitimador de la oposición ha quedado abolido".

"Espero la liberación de las personas presas con estos cargos. Que nadie del régimen se atreva a condenar nunca más a @USAID @StateDRL @NDI @NEDemocracy. Se le acabó el cuento chino a la dictadura", opinó la integrante del movimiento 27N.


El activista Adelth Bonne Gamboa, quién reside en Cuba, detalló que para él esta ayuda demuestra que el "gobierno de Estados Unidos apoya a la dictadura cubana".

"Cubanos !!! La lucha por la libertad de Cuba es nuestra y sólo nuestra, ya no hace falta más pruebas", tuiteó Bonne Gamboa, con la etiqueta #EnCubaHayUnaDictadura.


Desde su exilio forzado, al verse imposibilitada de regresar a la isla por orden de las autoridades cubanas, la activista Anamely Ramos comentó: "Sobre el tema del momento: Ojalá algunos damnificados vean sus casas reconstruidas. De paso, sería bueno que se dieran reportes transparentes de cuántos damnificados hay en Cuba ahora mismo, de ciclones de hace treinta años y de derrumbes constantes. Y cuál es la estrategia para que no sean damnificados eternos".


"(...) Más importante me parece la aparición de la Cruz Roja en la palestra pública. Una Cruz Roja a la que se le pidió ayuda cuando el acuartelamiento de San isidro. Una Cruz Roja a la que se ha interpelado, por razones urgentes, en múltiples ocasiones.
La Cruz Roja,al parecer, responde a la llamada de Estados Unidos y no a una parte de la sociedad civil cubana, como mismo el régimen cubano pide y acepta una ayuda de Estados Unidos antes que de la sociedad civil cubana en el exilio", concluyó Ramos.

(Con información de Ivette Pacheco para Radio Martí)