A 57 años del histórico discurso de Kennedy sobre la Crisis de los Misiles (Video+Fotos)

El 23 de octubre de 1962, el presidente Kennedy firmó la Proclamación 3504, que autorizaba la cuarentena naval a Cuba. (John F. Kennedy Presidencial Library and Museum)

Este martes se cumplen 57 años del histórico discurso en el que el entonces presidente de EEUU, John F. Kennedy, anunció el establecimiento de una cuarentena y un cerco naval alrededor de Cuba en medio de lo que mundialmente se conocería como la "Crisis de los Misiles".

En su mensaje televisado de 17 minutos dirigido Kennedy explicó a los estadounidenses la delicada situación que estaba viviendo el país: "Buenas tardes conciudadanos. Este Gobierno, tal y como prometió, ha mantenido una férrea vigilancia sobre las operaciones del Ejército soviético en la Isla de Cuba".

Fotografías tomadas por aviones U2 del servicio de inteligencia de EEUU, el 14 de octubre de 1962, revelaron la presencia de 8 lanzaderas y 16 misiles de medio alcance en la región occidental de Cuba.

La información dio paso a 13 días de tensión, en los que cualquier error de cálculo hubiera podido dar pie a un conflicto de nefastas consecuencias.

Sitio donde fueron emplazados los misiles soviéticos en Cuba.

La crisis puso al planeta al borde de un holocausto nuclear. El gobierno cubano, encabezado por el dictador Fidel Castro, había aceptado instalar en la isla misiles nucleares de fabricación rusa que podían atacar a Estados Unidos.

Mapa desclasificado de la CIA muestra rango de alcance de los misiles. (John F. Kennedy Presidencial Library and Museum)

Kennedy y un grupo de trabajo formado por asesores y expertos, la mayoría funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional, debatieron cómo poner fin a la delicada situación.

Mientras el Estado Mayor apostaba por un ataque aéreo sobre Cuba, el grupo de expertos abogó por abrir una negociación con el Kremlin a través de canales no tradicionales. Al mismo tiempo EEUU implantaba un bloqueo naval y aéreo sobre la isla para evitar la llegada de refuerzos rusos.

Finalmente, el gobernante soviético Nikita Kruschev decidió desmantelar las instalaciones.