En vísperas de una reunión de la entidad sobre Venezuela, la opositora Mesa de la Unidad Democrática advierte que "no es momento para oír discursos, ante los ojos de un país que se debate entre la angustia y la ira".
Dos días antes de la reunión de cancilleres convocada en Santiago de Chile por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para discutir la situación en Venezuela, la opositora Mesa de la Unidad Democrática ha dirigido una carta al presidente pro tempore de la entidad, para pedir que ésta preste atención a los grandes acontecimientos que se viven en Venezuela y que no sea utilizada “como un instrumento de propaganda".
La misiva dirigida a Winston Lakin, ministro de Asuntos Exteriores de Surinam, y firmada por Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza de partidos democráticos, resalta la violación las normas internacionales sobre los Derechos Humanos y los procedimientos previstos para los casos en los que intervienen las fuerzas públicas, en el marco de las protestas que han sacudido a Venezuela en el último mes.
"Hemos vivido varias semanas de intensa violencia y represión que hasta este momento han causado unos 20 fallecidos, más de un millar de detenidos, algunos de los cuales han sido sometidos a torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de las fuerzas militares y organismos de seguridad del Estado, en violación de los tratados internacionales que rigen la materia; y más de 900 heridos que se han reportado extraoficialmente".
"Estas acciones son inaceptables. La actuación de la Guardia Nacional y la Policía Nacional, conculcan diversos derechos y garantías establecidas en nuestra Constitución (...) Reprimir y poner mordaza solo aumentarán la presión y desembocarán inevitablemente en mayores estallidos de violencia", asevera el mensaje de la MUD.
Expresa asimismo la entidad que repudia "sin reservas" la violencia al tiempo que reivindica y defiende el derecho de los ciudadanos a protestar "pacífica y cívicamente"; y apunta que "no se trata de ningún plan desestabilizador, como lo ha llamado el Gobierno, ni de propiciar una salida" fuera de la Constitución.
Acerca del llamado del presidente Nicolás Maduro a participar en la Conferencia Nacional de Paz, la coalición señala que ha respondido “expresando nuestra disposición de dialogar con base a unas reglas claras, transparentes, con una agenda convenida previamente y con la participación de un tercero de buena fe, nacional o internacional, que facilite, garantice, y de ser necesario medie para que ese diálogo sea fructífero".
Concluye diciendo el documento enviado por la Mesa de la Unidad Democática a UNASUR que "no es el momento para oír discursos, ante los ojos de un país que se debate entre la angustia y la ira".
UNASUR está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela.
El canciller venezolano, Elías Jaua, realizó la semana pasada una gira relámpago por varios países miembros durante la cual presentó un informe sobre la situación desde el punto de vista de su gobierno. El periplo se interpretó como una movida para procurar que la crisis fuera tratada en el entorno más complaciente de UNASUR, y no en el más crítico de la Organización de Estados Americanos, OEA..
La misiva dirigida a Winston Lakin, ministro de Asuntos Exteriores de Surinam, y firmada por Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza de partidos democráticos, resalta la violación las normas internacionales sobre los Derechos Humanos y los procedimientos previstos para los casos en los que intervienen las fuerzas públicas, en el marco de las protestas que han sacudido a Venezuela en el último mes.
"Hemos vivido varias semanas de intensa violencia y represión que hasta este momento han causado unos 20 fallecidos, más de un millar de detenidos, algunos de los cuales han sido sometidos a torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de las fuerzas militares y organismos de seguridad del Estado, en violación de los tratados internacionales que rigen la materia; y más de 900 heridos que se han reportado extraoficialmente".
"Estas acciones son inaceptables. La actuación de la Guardia Nacional y la Policía Nacional, conculcan diversos derechos y garantías establecidas en nuestra Constitución (...) Reprimir y poner mordaza solo aumentarán la presión y desembocarán inevitablemente en mayores estallidos de violencia", asevera el mensaje de la MUD.
Expresa asimismo la entidad que repudia "sin reservas" la violencia al tiempo que reivindica y defiende el derecho de los ciudadanos a protestar "pacífica y cívicamente"; y apunta que "no se trata de ningún plan desestabilizador, como lo ha llamado el Gobierno, ni de propiciar una salida" fuera de la Constitución.
Acerca del llamado del presidente Nicolás Maduro a participar en la Conferencia Nacional de Paz, la coalición señala que ha respondido “expresando nuestra disposición de dialogar con base a unas reglas claras, transparentes, con una agenda convenida previamente y con la participación de un tercero de buena fe, nacional o internacional, que facilite, garantice, y de ser necesario medie para que ese diálogo sea fructífero".
Concluye diciendo el documento enviado por la Mesa de la Unidad Democática a UNASUR que "no es el momento para oír discursos, ante los ojos de un país que se debate entre la angustia y la ira".
UNASUR está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela.
El canciller venezolano, Elías Jaua, realizó la semana pasada una gira relámpago por varios países miembros durante la cual presentó un informe sobre la situación desde el punto de vista de su gobierno. El periplo se interpretó como una movida para procurar que la crisis fuera tratada en el entorno más complaciente de UNASUR, y no en el más crítico de la Organización de Estados Americanos, OEA..