Preparan reivindicación del peso cubano (MN)

Billetes cubanos, unos de CUP (i) y otros de CUC (d). Los convertibles parecen destinados a desaparecer.

El Ministerio de Finanzas y Precios ha publicado 29 páginas de instrucciones a cumplir antes del "día cero", víspera de la reinvindicación de la despreciada moneda nacional (y de la desaparición del codiciado CUC). ¿Tercera opción?
En lugar del día “D”, todo apunta aquí al “DIA CERO”, pero la operación parece tan masiva y compleja como el desembarco aliado en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. El Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) de Cuba acaba de publicar en la Gaceta Oficial tres resoluciones (29 páginas) a fin de tener todo listo para la víspera (“día cero”) del primer día de vigencia de la unificación monetaria en Cuba.

Las resoluciones 19, 20 y 21 de 2014 del MFP establecen una metodología para reconvertir a los devaluados pesos cubanos (CUP: 25 por un CUC) un sinfín de inventarios, transacciones, precios mayoristas y minoristas. tarifas, márgenes comerciales y registros contables que hasta ahora se han expresado en el más poderoso (de la puerta para adentro) peso convertible cubano o CUC, o en moneda dura extranjera. El CUP se convertiría así, según los edictos publicados, en la “moneda funcional” del país.

Atendiendo al parecer a las recomendaciones de expertos respecto a lograr un aterrizaje suave, comenzando el proceso por el sector macroeconómico, las pautas refrendadas por la ministra Lina Olinda Pedraza deberán ser cumplidas por personas jurídicas nacionales como las empresas estatales y unidades presupuestadas.

También afectarán a las empresas mixtas y a las de capital totalmente extranjero (léase Zona Especial de Desarrollo Mariel), las que deberán usar el peso cubano ”como moneda para el registro de los hechos económicos”.

Detalladas con fórmulas, ejemplos y planillas, las disposiciones se apoyan para su implementación en seminarios ofrecidos por el MFP al personal involucrado.

Por lo que reportan los medios oficiales, se trata de poner orden en el caos creado por la dualidad monetaria, del peso y el dólar desde 1993: y desde 2004, del peso moneda nacional o CUP --con el que la mayor parte de la población cobra sus salarios y paga productos y servicios básicos-- y el peso convertible (CUC), moneda fuerte interior equiparada al dólar y que compra todo lo demás, a precios desproporcionados, en un país donde el salario medio mensual equivale a unos 19 dólares.

Los nuevos procedimientos contables --dice la nota oficial-- “permitirán que los estados financieros de las empresas y unidades presupuestadas reflejen de forma más objetiva su gestión, de manera que ayuden a la toma de decisiones, y al uso de la contabilidad como herramienta de dirección”.

“Igualmente, contribuyen a la solución de un conjunto de problemas existentes en la economía, como la conexión de los precios internos con el comportamiento del mercado internacional; la continuidad de los precios minoristas desde los mayoristas; la posibilidad de aplicar procedimientos financieros con incidencia en los precios; la transparencia en la aplicación de los subsidios, entre otros”.

Los documentos del MFP no mencionan posibles fechas de la implementación de la medida. El Gobierno anunció en octubre pasado el inicio del cronograma para la unificación monetaria “a fin de restablecer el valor del peso cubano y sus funciones como dinero”, pero sin detallar plazos.

¿CÓMO SALIR DEL CUC?

El economista cubano Pavel Vidal, quien actualmente enseña en Colombia en la filial de Cali de la Universidad Javeriana, ha recomendado para eliminar la perniciosa dualidad monetaria en la isla emprender primero una unificación cambiaria.

En una entrevista con la publicación digital On Cuba, Vidal opinaba que habría que comenzar por “devaluar el tipo de cambio del peso cubano en el sector empresarial, y luego unificar el tipo de cambio empresarial con el tipo de cambio de la población. Tras esta medida, el tercer paso sería pasar a pesos cubanos los mercados minoristas que funcionan en pesos convertibles y las cuentas bancarias de la población”.

Sin embargo, Vidal dijo a On Cuba, poco después del anuncio del inicio de la unificación, que creía que la tasa de cambio “estará muy cerca de 24 (CUP por cada CUC)”. En las casas de cambio del gobierno el CUC se vende por 25 pesos cubanos (CUP). y se compra por 24.

Una circular (Instrucción No. XX/14) firmada a fines de febrero por el coronel Héctor Oroza Busutil, director de la corporación militar CIMEX, parece confirmar la opinión del economista, cuando instruye aceptar pesos cubanos en sus cientos de tiendas recaudadoras de divisas, que sólo funcionaban en CUC. Una tecla en las cajas registradoras haría instantáneamente la conversión al tipo de cambio de 25 CUP por un CUC. El vuelto, sin embargo, se daría en pesos convertibles o su moneda fraccionaria.

YO QUIERO SER MALETERO

El economista Archibald Ritter, profesor de la Universidad Carleton en Ottawa, que ha pasado décadas estudiando a Cuba, señala en un reportaje posteado en su blog The Cuban Economy que una de las deformaciones producidas por la doble moneda ha sido que "la estructura de incentivos que da forma a la conducta de la gente se ha vuelto completamente perversa y disfuncional".

Razones para reír: el personal de servicio de los hoteles para el turismo en Cuba gana más con las propinas que un profesional.

La pieza, de la revista Vice, ilustra cómo un taxista que recibe propinas en CUC de los turistas extranjeros puede ganar en un solo turno el salario mensual de un cardiólogo. Y dice que, como es ilegal para los profesionales ejercer su profesión en el sector privado, se ha generado una fuga de cerebros interna en la clase cubana con educación superior.

Según Ritter, esa percepción tendría que cambiar: "Tendrían que hacer que la gente apreciara el peso cubano, a través de las fuerzas de la oferta y la demanda. Pueden aumentar la demanda del CUP dejando que la gente lo utilice para comprar una variedad más amplia de productos. Y limitando también los CUPs circulantes para que su valor aumente. Del mismo modo, se reduciría la demanda de CUCs aumentando la oferta, lo que, con el tiempo, haría bajar su valor".

Raúl Castro ha declarado que la transición no va a perjudicar ni a los poseedores de CUP ni a los de CUC. Pero el reportaje de Vice recuerda que en Cuba las decisiones económicas no dependen de la oferta y la demanda, sino que se toman de un plumazo, y tampoco se acepta, como se expresa en los Lineamientos del Partido Comunista, el concepto de proteger la riqueza individual. De modo que puede esperarse cualquier cosa: desde una devaluación arbitraria del tipo de cambio CUC-CUP, hasta un cambio de moneda como el de 1961.

Aquella medida, anunciada una noche de viernes para surtir efecto el domingo, reconoció a quienes tenían cuentas bancarias un máximo de 10 mil pesos, aunque su saldo fuera mucho mayor. Y autorizó a cambiar hasta 100 pesos “viejos” cada mes. Quienes tenían el dinero en sus casas, en ciertos casos fortunas, lo perdieron de la noche a la mañana.

Por si acaso, los cubanos que pueden permitirse ahorrar, particularmente los que han acumulado pequeños capitales en el nuevo sector privado, se han apresurado a cambiar (preferiblemente en el mercado negro) sus “chavitos” fuertes por los hasta ahora vilipendiados pesos MN (moneda nacional). Rogando al cielo que al final de la película no aparezca en escena, como Deus ex machina, una tercera moneda ¿El mambí?