Guerra entre chavismo y oposición por la corrupción

  • Agencias

Henrique Capriles Radonsky. Foto de archivo.

Entre acusaciones mutuas de amparar corruptos en sus filas, la oposición y el chavismo se metieron hoy de lleno en una carrera de denuncias sobre supuestos casos de corrupción
El chavismo y la oposición se han declarado la guerra en torno a la nueva ofensiva oficial contra la corrupción, un día después de que los cruces de acusaciones elevaran la temperatura con duras acusaciones al partido del líder opositor Henrique Capriles.

Entre acusaciones mutuas de amparar corruptos en sus filas, la oposición y el chavismo se metieron hoy de lleno en una carrera de denuncias sobre supuestos casos de corrupción.

La respuesta de la oposición fue encabezada por Capriles, que aseguró que no caerá en las "provocaciones" del Gobierno y se mostró desafiante asegurando que si quieren meterle preso estará esperando.

"Como son cobardes buscan a los del equipo y no vienen por mí directamente (...). Vengan por mí. Dicen que me quieren meter preso, que lo hagan pues, aquí los estaré esperando. El pueblo sabe lo que tiene que hacer si eso pasa", afirmó hoy en un acto como gobernador del estado Miranda, en el centro del país.

El Gobierno convocó a una reunión del Consejo de Estado, órgano consultivo en el que se analizaron hoy medidas para "profundizar" la lucha contra la corrupción, y con promesas de presentar nuevas pruebas contra Primero Justicia (PJ), el partido de Capriles.

Primero Justicia fue acusado este martes por la mayoría chavista de la Asamblea Nacional (Parlamento Unicameral) de ser una fuerza "corrupta" por presuntamente financiarse de manera ilegal con dinero proveniente del narcotráfico, la prostitución y hasta la trata de blancas.

Las acusaciones incluyeron fotos de un estrecho colaborador de Capriles, Oscar López, que según el chavismo probarían que es el cabecilla de una red de prostitución que llegó a celebrar orgías en el mismo despacho del líder opositor de la gobernación de Miranda.

Capriles acaparó gran parte del debate parlamentario del martes al ser llamado "homosexual" y "maricón" por el diputado chavista Pedro Carreño, quien incluso mostró una supuesta acta policial en la que dijo constaba que el líder opositor había practicado sexo oral con otro hombre.